I will wait for you

I will wait for you
"Expectations" - Christophe Vacher

domingo, 15 de mayo de 2011

"Yo soy el buen pastor, conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí... doy mi vida por las ovejas".







Color: Blanco
Santoral:  San Isidro Labrador


Lecturas de la liturgia

Primera Lectura: Hechos 2, 14.36-41
"Dios lo ha constituido Señor y Mesías"

El día de Pentecostés se presentó Pedro con los Once, levantó la voz y dijo:
«Sepa todo Israel con absoluta certeza que Dios ha constituido Señor y Mesías al mismo Jesús, a quien ustedes crucificaron».Estas palabras les llegaron al corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:
«¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»Pedro les contestó:
«Arrepiéntanse y bautícense en el nombre de Jesucristo para que se les perdonen sus pecados, y recibirán el Espíritu Santo. Porque las promesas de Dios valen para ustedes y para sus hijos y, también, para todos los que llame el Señor Dios nuestro, aunque estén lejos».Con éstas y otras muchas razones, los instaba y exhortaba, diciendo:
«Pónganse a salvo de esta generación perversa».Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.

 
* Imagen: Dingle (Roger´11 Panoramio), península de Dingle, Irlanda
Salmo Responsorial: 22
"El Señor es mi pastor. Nada ne ha de faltar. Aleluya."

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas.
R. "El Señor es mi pastor. Nada ne ha de faltar. Aleluya."

Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú estás conmigo. Tú vara y tu cayado me dan seguridad.
R. "El Señor es mi pastor. Nada ne ha de faltar. Aleluya."

Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes.
R. "El Señor es mi pastor. Nada ne ha de faltar. Aleluya."







Segunda Lectura: I Pedro 2, 20b-25
"Ha vuelto a ustedes el pastor y guardián de sus vidas"

Hermanos: Soporten con paciencia los sufrimientos que les vienen por hacer el bien, cosa agradable a los ojos de Dios, pues para esto han sido llamados, ya que también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un ejemplo para que sigan sus huellas.
El no cometió pecado ni hubo engaño en su boca; insultado, no devolvía los insultos; maltratado, no profería amenazas, sino que encomendaba su causa al único que juzga con justicia. Cargado con nuestros pecados, subió al madero de la cruz, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia.
Por sus llagas han sido curados. Andaban descarriados como ovejas, pero ahora han vuelto al pastor y guardián de sus vidas.



Evangelio: Juan 10, 1-17
14  "Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí"

01 "En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador;
02 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.
03 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.
04 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
05 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños."
06 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.

07 Entonces Jesús les dijo de nuevo: "En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.08 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.

09 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

11 Yo soy el buen pastor.  El buen pastor da su vida por las ovejas.12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa,
13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.

14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí,
15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.
16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.
17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo.


*  Fuente:   Aciprensa/calendario litúrgico






OTRAS CITAS BÍBLICAS RELACIONADAS

Isaías 40:11
Como pastor apacentará su rebaño, en su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; guiará con cuidado a las recién paridas.

Ezequiel 34:11
Porque así dice el Señor DIOS: He aquí, yo mismo buscaré mis ovejas y velaré por ellas.

Juan 15:13
Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.

1 Pedro 2:25
Pues vosotros andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Guardián de vuestras almas.

1 Juan 3:16
En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.

Apocalipsis 7:17
Pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Ofelia en el arte


La bella,  dulce y virginal Ofelia es uno de los personajes más cautivantes del maestro William Shakespeare.  Cuentan que se inspiró en un hecho de la vida real,  acerca de una joven llamada Katherine Hamlet que se suicida lanzándose a las aguas.  Utilizó el personaje y nombre en la obra donde narra el infortunio del príncipe danés,  desequilibrado por el asesinato de su padre, y la traición de su tío y de su madre.

El nombre Ofelia,  de origen griego,  significa "La que viene en ayuda".  Enamorada de Hamlet,  tratando de ayudar a un desquiciado,  termina desquiciada ella,  por un amor no suficientemente correspondido,  por el abandono de Hamlet,  de su hermano que se marcha y de su padre que muere.

Mucho se ha analizado la causa de su muerte y existen dos variables:  el suicidio por su amor abandonado o un accidente por la imprudencia de su locura.  Lo cierto es que pierde el equilibrio y cae en el río, mientras se esmeraba en recolectar flores para hacer una corona para la fiesta de la primavera.





"La muerte de ofelia"  (1802)  -  Richard Westall  (1765-1836)


Gertrudis a Laertes, Escena XXIV, Acto IV, "Hamlet"

William Shakespeare, 1602


"Allí donde en el río crece un sauce recostado
que refleja hojas blancas en el agua cristalina.
Allí, mientras tejía fantásticas guirnaldas
de ranúnculos, ortigas, margaritas y esas flores alargadas
que los pastores procaces llaman con nombres soeces,
pero que en boca de nuestras doncellas
no son sino "dedos de difunto". Allí, cuando trepaba
para colgar en el árbol su corona silvestre,
rompióse una rama pérfida y cayó ella, con sus trofeos
floridos, en aquel arroyo de lágrimas. Extendidos
sus ropajes en el agua, salía a flote cual sirena
y cantaba estrofas de antiguas canciones,
inconsciente del peligro, o como hija del agua,
acostumbrada a vivir en el propio elemento.
No pasó mucho tiempo, sin embargo,
sin que el peso de sus vestidos, empapados en agua,
arrebatara de sus cánticos a la infeliz, arrastrándola
al cieno de la muerte..."


*  William Shakespeare (Stratford-upon-Avon, Warwickshire, Reino Unido 1564 – 1616),  dramaturgo, poeta y actor inglés. Conocido en ocasiones como el Bardo y el Cisne de Avon. Shakespeare es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.



 

"La muerte de Ophelia"  -  Eugene Delacroix (1853)

 La dulce y bella Ofelia, una adolescente de unos 16 o 17 años, hija de Polonio, hermana de Laertes, prometida de Hamlet, ha sido uno de los personajes más presentes en la poesía y la pintura.



"Disappointed Love"  -  Francis Danby (1793-1861)

 
"Ophelia"  (1851)  -  Arthur Hughes

"Ophelia" II   (1863)  -  Arthur Hughes
 

"The First Madness of Ophelia"  -  Dante Gabriel Rossetti   ((1884-88)
  


"Gather Ye Rosebuds" u "Ophelia"  -  John William Waterhouse
   
     
"Ofelia en la charca"  1894  -  John William Waterhouse

 

"Ophelia [tumbada en el prado]" (1905)  John William Waterhouse
 

"Ofelia con el vestido azul" 1905  -  John William Waterhouse
 
"Más que ahogada es un alma sorprendida que consigue atravesar el espejo de las aguas (...). Everett Millais consiguió una modelo espléndida para su ahogada Ofelia, Elisabeth Siddal, poetisa y acuarelista, de cobre los cabellos, transparente la piel y con esas facciones tan delicadas que tienen algunas mujeres inglesas..."

"Cuarteto",  Manuel Vázquez Montalbán 

"Ofelia" 1851-52  -  Sir John Everett Millais  (1829-1896)

Galería de Arte de la Ciudad, Birmingham

John Millais es la figura más destacada de la pintura inglesa de mediados del siglo XIX. Componente del grupo londinense , La Hermandad Prerrafaelita junto a William Holman Hunt y Dante Gabriel Rossetti. Recurriendo a una estética regresiva los pintores del movimiento intentan manifestar sus ideales en el campo de la creación artística como respuesta a la sociedad industrial de su época.

En un principio los prerrafaelitas crearon un arte de temática cristiana que fue dando paso a otra de tipo más literario, en ocasiones con marcados tintes eróticos.
 

Basándose en el estudio y fidelidad absoluta a la Naturaleza con un “riguroso escrutinio de los hechos visibles” que consiguen llevar a sus telas mediante el uso de una línea fina y dura en la conformación de sus figuras, una precisión casi fotográfica en el detalle, la ausencia de claroscuro, una textura lisa y pulida, el uso de colores brillantes y la recurrencia a los elementos de carácter simbólico.

La precisión de los detalles y el gusto por el uso de colores fríos, se relacionaron con una fuerte influencia de la pintura flamenca, del mismo modo que estos artistas, miran hacia el pasado a la hora de tomar referencias artísticas.

En la imagen podemos observar una de las obras más famosas de este pintor,  inspirada en el personaje femenino de la obra Shakespeariana Hamlet, mostrándonos la constante influencia que Shakespeare ha tenido en el arte, sobretodo en los románticos, convirtiéndose también en temas recurrentes para los prerrafaelitas.

Millais eligió concretamente el tema de la muerte de Ofelia, ésta aparece flotando en las plácidas aguas de un riachuelo, sosteniendo unas flores en una de sus manos mientras que las guirnaldas con las que se había engalanado flotan sobre su cuerpo.

Como ejercicio previo,  el artista pasó varios días junto a un río tratando de retratar con exactitud las flores y plantas de sus márgenes y alrededores en un laborioso y concienzudo trabajo de observación, haciendo gala de uno de los principios artísticos fundamentales de los Prerrafaelitas, la rigurosa fidelidad a la naturaleza. También ejemplo de este interés por la fidelidad llevada al extremo, es el hecho de que la joven que posó como modelo de Ofelia, Elisabeth Eleanor Siddal, esposa de Dante Gabriel Rossetti,  pintora, poetisa y arquetipo estético del movimiento, lo hacía sumergida en una bañera vestida con un traje de época.


En esta obra, Millais consigue captar y reflejar el momento del tránsito de la joven, de la vida a la muerte , mientras flota en el agua mansa y de su boca casi puede apreciarse como escapa el último aliento.

http://arte.laguia2000.com/pintura/ofelia-de-millais



"Hamlet" - Edwin Austin Abbey
  
 
"Ophelia"  - William Adolphe Bouguereau

 
"Ofelia" (frag.),  Tergiversaciones


León de Greiff

"Doncellas, doncellas
morenas y rubias;
miradas ardientes
y bocas lozanas,
ojos extraviados
y labios exangües...
Ofelia, la rubia
de ojos de esmeralda,
Ofelia,
la estrella más límpida,
la oveja más cándida!,
que murió, perfumando las ondas
pérfidas y glaucas!,
que regó sus pétalos
sonrosados y tibios,
las indolentes aguas...,
que tronchó con sus manos inánimes
los juncos y ramas,
y bendijo las linfas
con la albura del cuerpo,
con la albura del alma...!:
Ofelia la blonda,
Ofelia la pálida,
murió de silencio,
con las alas abiertas, los ojos
abiertos, la pupila extática,
mirando en las nubes
la amarga,
la amarga silueta del príncipe loco...
Murió de silencio
la cándida,
la cándida y rubia doncella
de ojos de esmeralda..."

"Ofelia"  -  Ernest Hébert  (1817-1908)
  

"Ophelia" - George Frederic Watts  (1864)

 
Un verso griego para Ophelia

Giovanni Quessep


"La tarde en que yo supe de tu muerte
fue la más pura del verano, estaban
los almendros crecidos hasta el cielo,
y el telar se detuvo en el noveno
color del arco iris. ¿Cómo era
su movimiento por la blanca orilla?
¿Cómo tejió tu vuelo de ese hilo
que daba casi el nombre del destino?
Sólo las nubes en la luz decían
la escritura de todos,
la baladade quien ha visto un reino
y otro reino
y se queda en la fábula.
Llevaron tu cuerpo como nieve entre la rama
de polvo que ya ha oído el canto y guarda
la paz del ruiseñor de los sepulcros.
Cerré la verja del jardín, las altas
ventanas del castillo. Apenas quise
dejar entrar el trovador que hacía
agua y laúd y flor de madera.
Dijo su canto: el tiempo ha destejido
lo que tejió el Señor, tapiz de plata
que ya sucede y anda por la luna,
tapiz que a la madeja vuelve. Sola
podrás hallar la forma que te espera.
No sé qué azul de pronto estuvo solo,
no sé cuál bosque dio a la luna amarga
su sortilegio, el girasol hallado
bajo la nieve en viajes que recuerdan
las claras aguas del Mediterráneo.
La tarde en que yo supe que te ibas
fue la más pura de la muerte: estabas
en mi memoria hablándome, olvidada
entre las azucenas y un verso
de san Juan de la Cruz. Qué cielo había,
qué mano hilaba lenta, qué canciones
traían el dolor, la maravilla
que se asombra de ser en esa hora
en que estalló la luna en los almendros
y quemó los jazmines. Tu venías
por el lado del mar donde se oye
una canción, tal vez de alguna ahogada
virgen como tus pasos en la tierra.
Luego te fuiste por mi alma, reina
de fábulas antiguas y de polvo
semejante a las naves que sembraron
de sándalo y de cedro el mar de vino.
Sola te ibas, bella y en silencio,
bella como la piedra; había en tu hombro
un violín apagado. Los almendrosdel patio
y los jazmines anunciaban
una tormenta de verano. El cielo
quebró el espejo de mi casa y honda
sonó la muerte en el aljibe. Estuve
así, perdido en esa zarza ardiente
que en la memoria oculta a los que amamos.
Vestí de luto azul y quedé solo en
vísperas del día más extenso. "


"Ofelia"  - Inocencio Garcia Asarta  (1862-1921)
 
"Ophelia"  -  Pierre Auguste Cot  (1870)


"Ophelia"  -  Paul Steck
  
"Ophelia"  -  George Pauli (1891)
 
"Ofelia"  1905  -  Odilón Redón  (1840 - 1916)
 

"The Drowning of Ophelia"  -  W. G. Simmonds
  
Ofelia

Arthur Rimbaud

I




En las aguas profundas que acunan las estrellas,
blanca y cándida, Ofelia flota como un gran lirio,
flota tan lentamente, recostada en sus velos…
cuando tocan a muerte en el bosque lejano.
Hace ya miles de años que la pálida Ofelia
pasa, fantasma blanco por el gran río negro;
más de mil años ya que su suave locura
murmura su tonada en el aire nocturno.
El viento, cual corola, sus senos acaricia
y despliega, acunado, su velamen azul;
los sauces temblorosos lloran contra sus hombros
y por su frente en sueños, la espadaña se pliega.
Los rizados nenúfares suspiran a su lado,
mientras ella despierta, en el dormido aliso,
un nido del que surge un mínimo temblor…
y un canto, en oros, cae del cielo misterioso.

II



¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve,
muerta cuando eras niña, llevada por el río!
Y es que los fríos vientos que caen de Noruega
te habían susurrado la adusta libertad.
Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,
en tu mente traspuesta metió voces extrañas;
y es que tu corazón escuchaba el lamento
de la Naturaleza –son de árboles y noches.
Y es que la voz del mar, como inmenso jadeo
rompió tu corazón manso y tierno de niña;
y es que un día de abril, un bello infante pálido,
un loco miserioso, a tus pies se sentó.
Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca! .
Te fundías en él como nieve en el fuego;
tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.
–Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.

III


Y el poeta nos dice que en la noche estrellada
vienes a recoger las flores que cortaste ,
y que ha visto en el agua, recostada en sus velos,
a la cándida Ofelia flotar, como un gran lis.








* Jean Nicolas Arthur Rimbaud (Charleville 1854 - Marsella 1891) poeta francés, un genio precoz, "l'enfant terrible". Se le identifica tanto con el movimiento simbolista, junto a Mallarmé, como al decadentista, junto a Verlaine, con quien vivió un tormentoso romance. Es circunscrito por éste al círculo de los llamados "poetas malditos", al que el propio Verlaine pertenecía.


 


"Ofelia"  -  José Maria López Mezquita
 

Ergo Proxy (Animé)

   
"Ophelia"  -  Annie Ovenden (1979)
  




domingo, 1 de mayo de 2011

8ª de Pascua, Día de la Divina Misericordia, Beatificación de Juan Pablo II

¡JESÚS,  CONFÍO EN TI!


Hoy durante la celebración del Domingo de la Divina Misericordia, se llevó a cabo la Beatificación de Juan PAblo II.

S. S. Benedicto XVI, en el Ángelus del Domingo 23 de abril de 2006 nos dijo:

"...El Siervo de Dios (desde hoy beato) Juan Pablo II, valorando la experiencia espiritual de una humilde religiosa, Santa Faustina Kowalska, quiso que el Domingo después de Pascua estuviera dedicado de una forma especial a la Divina Misericordia; y la Providencia dispuso que él muriera precisamente en la vigilia de tal día,  02 de Abril de 2005, [en las manos de la Misericordia Divina].

El misterio del Amor Misericordioso de Dios estuvo en el centro del pontificado de mi venerado Predecesor. Recordemos, en particular, la Encíclica DIVES IN MISERICORDIA de 1980, y la dedicación del nuevo Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia, en 2002. Las palabras que él pronunció en esa última ocasión fueron como una síntesis de su magisterio, evidenciando que el culto de la Misericordia Divina no es una devoción secundaria, sino dimensión integrante de la fe y de la oración del cristiano."


Sor Faustina Kowalska  (Polonia 1905-1938)


Durante la década de 1930, Santa Faustina anotó en su Diario las enseñanzas recibidas directamente de Nuestro Señor Jesucristo en torno a su Divina Misericordia; sus experiencias místicas, así como sus reflexiones y oraciones. El Diario es un verdadero tesoro, que “descorre las cortinas del cielo” y cuya lectura llega directamente al alma del lector, ya que es a él a quien está dirigido.

"...La Misericordia Divina llega a los hombres a través del corazón de Cristo crucificado: "Hija mía, di que soy el Amor y la Misericordia en persona", pedirá Jesús a Sor Faustina (Diario, 374).

Cristo derrama esta Misericordia sobre la humanidad mediante el envío del Espíritu que, en la Trinidad, es la Persona-Amor. Y ¿acaso no es la Misericordia un "segundo nombre" del Amor (cf. Dives in misericordia, 7), entendido en su aspecto más profundo y tierno, en su actitud de aliviar cualquier necesidad, sobre todo en su inmensa capacidad de perdón? (Siervo de Dios Juan Pablo II.

«Os doy un mandamiento nuevo... Amaos unos a otros como Yo los he amado.» (Juan 13, 34).

«Sean misericordiosos, como su Padre es Misericordioso» (Lucas 6, 36).

«Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán Misericordia» (Mateo 5, 7)

"Soy el Amor y la Misericordia Misma". (Diario, 1074).

"La humanidad no encontrará paz hasta que no se dirija con confianza a la Misericordia Divina" (Diario, 132).

"Que se acerquen a ese Mar de Misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en Mi Misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina." (Diario, 1520)

"El alma que confía en Mi Misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella." (Diario, 1273)

"Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer misericordia: la primera: es la acción; la segunda: la palabra; y la tercera: la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia Mí. De este modo el alma alaba y adora Mi Misericordia." (Diario, 742)

«Pedid y se os dará... porque todo el que pide, recibe ... » (Mateo 7,7-8).

"Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: JESÚS, EN TI CONFIO" (Diario, 327).

«Me deleitan las almas que recurren a Mi Misericordia. A estas almas les concedo gracias por encima de lo que piden. No puedo castigar aún al pecador más grande si él suplica Mi Compasión». . (Diario, 1146).

"En la Cruz, la Fuente de Mi Misericordia fue abierta de par en par por la lanza para todas las almas, no he excluido a ninguna" (Diario, 1182).

"Mi misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero... permití que Mi Sagrado Corazón fuera abierto por una lanza, y abrí la Fuente de la Misericordia para ti. Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. Jamás rechazaré un corazón arrepentido" (Diario, 1485).

“A las almas que propagan la devoción a Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas el Juez, sino el Salvador Misericordioso” (Diario, 1075).

Miseri-cordia significa que el Corazón de Jesús se apiada de nuestras miserias.

Saludando a los Apóstoles atemorizados y desalentados por su pasión y muerte, el Resucitado les dice: «La paz con vosotros» (Jn 20, 19). Cuando Cristo se aparece a san Juan en la isla de Patmos, le dirige esta invitación: «No temas, YO SOY, el Primero y el Último, el que Vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno» (Ap 1, 17-18). Y en medio de la tempestad, anima a sus apóstoles atenazados por el miedo: “¡Animo!, que YO SOY, no temáis.”

El YO SOY indica la naturaleza divina de Jesucristo, el Hijo de Dios, ya que hace presente al "YO SOY EL QUE SOY", YAHVEH, el Dios Único y Verdadero, revelado en el Antiguo Testamento.

En la Biblia se menciona 365 veces la frase “No tengáis miedo” (una por cada día del año) y nos muestra muchos ejemplos de cómo la fe permite sobreponerse al miedo y nos mueve a atrevernos en esta vida.

Lo hicieron Abraham, Moisés, María, los mártires, los amigos de Jesús. La fe les permite atravesar la “noche existencial”, el “desierto del alma” y dar un salto confiado, hacia el vacío, en la fe, la confianza y la espera, de que Dios está ahí, para recibirte. Eso, ni más ni menos es la muerte: un salto confiado al vacío, sabiendo que alguien te espera y te recibe. El “No tengáis miedo” de Jesús es a la vez una invitación y una promesa.

Dios sabe obtener siempre del mal algo bueno. Quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (cf. 1 Tm 2,4): Dios es Amor (cf. 1 Jn 4,8). Cristo Crucificado y Resucitado, como se apareció a Sor Faustina, es la revelación suprema de esta verdad.

Es como si Cristo hubiera querido decir a través de ella: "¡El mal nunca consigue la victoria definitiva!". El misterio pascual confirma que, a la postre, vence el bien; que la vida prevalece sobre la muerte y el amor triunfa sobre el odio". (Juan Pablo II. Memoria e Identidad.)

¡Cuánta necesidad tiene el mundo de comprender y acoger la Misericordia divina! Señor, que con Tu Muerte y Resurrección revelas el Amor del Padre, creemos en Ti y con confianza te repetimos hoy: ¡Jesús, confío en Ti, Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero! ..." (Juan Pblo II. Ángelus "postumo" . Domingo de la Divina Misericordia. 3 de abril de 2005)



ORACIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
DE JUAN PABLO II



Dios, Padre Misericordioso,
que has revelado Tu Amor en tu Hijo Jesucristo
y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo;
Te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre.

Inclínate hacia nosotros, pecadores;

sana nuestra debilidad; derrota todo mal;
haz que todos los habitantes de la tierra experimenten Tu Misericordia,
para que en Ti, Dios Uno y Trino,
encuentren siempre la fuente de la esperanza.

Padre Eterno, por la Dolorosa Pasión y Resurrección de Tu Hijo,
Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero.      

Amén.