Kurt Cobain (E.E.U.U. Aberdeen, 1967- Seattle, 1994) |
«Prefiero que la gente me odie por ser quien soy,
a que me ame por lo que no soy». KC
Este sábado 5 de abril se cumplieron 20 años de la muerte de
Kurt Cobain, vocalista, guitarrista
y compositor de la banda estadounidense Nirvana,
que se suicidó el 5 de abril de 1994, en Seattle, a los 27 años de edad, al parecer sumido en una gran depresión, cuando
tras inyectarse gramo y medio de heroína, logró darse un tiro en la cabeza, con
una escopeta. Fue encontrado en el
garaje de su casa, por un técnico que revisaba el sistema eléctrico, se dice
que llevaba tres días muerto. Antes de
eso, había escapado, permaneciendo varios días en paradero desconocido. Su esposa
había contratado a un detective para intentar localizarlo.
Veinte años después, su muerte sigue sin esclarecerse, sin
haberse dilucidado si se trataba de un suicidio o un asesinato. Le sobreviven su esposa Courtney Love y su hija Frances
Bean que hoy está a punto de cumplir 22 años. “Te
quiero, te quiero”, escribió Cobain antes de apretar el gatillo.
Como pasa con los grandes, tras su muerte empieza la leyenda, mientras en vida fue una constante contradicción.
Su estilo musical entre el rock y el pop melódico, suele
circunscribirse al del movimiento "grunge"
surgido en Seattle a principios de los años 90.
A Cobain se le
considera parte de la Generación X ,
término acuñado en 1964 por el escritor canadiense Douglas Coupland, en su libro "Generation
X: Tales for an Accelerated Culture" (publicado el 11 de marzo de 1991
por St. Martin's Press), esta
generación comprende a los nacidos entre 1960 y 1980, con abuelos veteranos de la
II Guerra Mundial y de la guerra de Corea y
padres veteranos de la guerra de Vietnam.
Su característica principal es el intenso dolor existencial, verdadera bandera generacional. Ese es el dolor en que se funda su obra
creadora. En ellos parece haberse
cumplido aquella sentencia de Menandro:
«Los amados de los dioses mueren jóvenes»,
así parece comprobarlo la muerte luctuosa de Jimi Hendrix, Jim Morrison,
Janis Joplin, Brian Jones, Robert Johnson y el mismo Kurt Cobain (todos ellos muertos a los 27 años).
En 1987, en Seattle, Cobain
fundó la banda, junto al bajista Krist
Novoselic (un compañero de escuela) y el baterista Dave Grohl;
y en su breve y meteórica carrera lograron poner voz al desencanto, la apatía y
la rabia de toda una generación que se dejó seducir por su música desde "Nevermind" (“Olvídalo”), su segundo álbum (1991) que
incluye:
"Smells Like Teen Spirit"
(Cobain, Dave Grohl, Krist Novoselic) – 5:01
"In Bloom" – 4:14
"Come As You Are" – 3:39
"Breed" – 3:03
"Lithium" – 4:17
"Polly" – 2:57
"Territorial Pissings" (Cobain,Chet Powers) – 2:22
"Drain You" – 3:43
"Lounge Act" – 2:36
"Stay Away" – 3:32
"On a Plain" – 3:16
"Something in the Way" – 3:52
"Endless, Nameless" (Cobain, Grohl, Novoselic) – 6:44
La herencia de Nirvana
se ha visto acrecentada por los años.
Mientras vivía, el grupo apenas grabó tres discos de material
inédito: Bleach (Lejía), Nevermind
(Olvídalo) e In Utero más el ultraventas MTV
Unplugged y algunas grabaciones inéditas o póstumas, como You know you’re right. A pesar de fundar la banda en 1987, Cobain no conoció el éxito hasta 1991. Bleach
(1989) en un principio pasó sin pena ni gloria (no más allá del éxito local.
Pero fue Nevermind, y su single Smell like teen spirit lo que elevó a Nirvana a los altares profanos. Este
álbum justifica por sí solo el éxito del grupo, con temas como In Bloom, Breed, Drain You, Come as you are…
Desde su debut, Nirvana,
con Cobain como compositor, ha
vendido más de 25 millones de álbumes en los Estados Unidos y más de 75
millones en todo el mundo. Y a pesar de su corta carrera, ha
sido referente e inspiración de muchos. Realmente "Nevermind" cambió el rock y
el pop, de como se conocía, hasta su inicio en la música.
Come As You Are
MTV Unplugged in New York un álbum en vivo de Nirvana, lanzado en noviembre de 1994. El álbum muestra el concierto acústico que la banda hizo en los estudios Sony Music en Nueva York el 18 de noviembre de 1993. El álbum ganó un premio Grammy por Mejor Álbum de Música Alternativa en 1996. Una versión en DVD fue lanzada en 2007.
Lista De Canciones:
01. About a Girl
02. Come As You Are
03. Jesus Doesn't Want Me For A Sunbeam
(Eugene Kelly/Frances McKee; The Vaselines)
04. The Man Who Sold the World
(David Bowie)
05. Pennyroyal Tea
06. Dumb
07. Polly
(Cobain/Nirvana)
08. On a Plain
09. Something in the Way
10. Plateau
(Kirkwood; Meat Puppets)
11. Oh, Me
(Kirkwood; Meat Puppets)
12. Lake Of Fire
(Kirkwood; Meat Puppets)
13. All Apologies
14. Where Did You Sleep Last Night?
«La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y cómo quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión,
que la música sea el alimento del amor». KC
Javier Dale, en
un artículo en La Vanguardia , (05/04/2014), resume así su
trayectoria:
«Su carrera musical,
fue tan brillante y súbita,
como el estallido de un cristal».
“Del 24 de septiembre de 1991, fecha de lanzamiento de Nevermind, al 5 de abril de 1994, fecha
de la muerte de Cobain, apenas
pasaron 30 meses. El músico tuvo tiempo de casarse, ser padre, ingresar en
rehabilitación y sufrir una sobredosis. Incluso quiso titular el tercer álbum
de estudio de Nirvana, In Utero, de otra manera: I hate myself and I want to die (Me odio y quiero morir).
Nirvana se
disolvió de inmediato: Novoselic dejó
la música, Courtney Love fue figura
de debate durante un tiempo y se abrió la veda de las teorías de la
conspiración. Kim Gordon, miembro de
Sonic Youth y amiga íntima de Cobain, todavía sostiene que fue
asesinado.”
* * *
* Foto de BBC Mundo |
Kurt Donald Cobain nació
en 1967 en Aberdeen, una pequeña localidad situada en el oeste del estado de
Washington, y que se encuentra a unas dos horas en coche, al suroeste de
Seattle. Allí vivió la mayor parte de su
vida. Fue también allí cuando a los 14
años, su tío Chuck le regala su
primera guitarra. Su adolescencia no fue feliz, él mismo confiesa que la separación de sus padres fue uno de los eventos más traumáticos de su vida.
Es el nombre de una de las canciones de Nirvana de su álbum Nevermind, que fue tomado del eslogan que este hotel incluía en su publicidad en los años 40 y que, de manera consciente o inconsciente, Cobain hizo suyo.
Morck Hotel, un establecimiento abandonado desde hace décadas en el que, según cuentan, Kurt Cobain vivió algunas temporadas cuando no tenía casa. * Foto de BBC Mundo |
"Aberdeen fue el
pueblo donde Cobain vivió la mayor parte de su vida y, en muchos aspectos, ese
lugar fue el que moldeó su manera de ser. Se pasó la vida queriendo escapar de
ahí aunque creo que al final nunca lo consiguió", dice su principal
biógrafo, el periodista y escritor Charles
R. Cross, quien conoce mejor que nadie la trayectoria del músico.
En este 20º aniversario de su muerte, BBC Mundo envió al reportero Jaime González hasta la localidad de Aberdeen a conocer el lugar en el que el músico vivió la mayor parte de su vida, y que le marcaría para siempre. Fruto de esta visita se ha obtenido una serie de testimonios fotográficos que dejo en esta página.
Fue la industria maderera la que dio nacimiento a la ciudad a fines del siglo XIX. Cuando a medidos del siglo XX ya no quedaban bosques vírgenes que talar, Aberdeen entró en un proceso de decadencia irreversible que se prolonga hasta nuestros días.
Casa de Cobain en Aberdeen, donde vivió con su madre * Foto de BBC Mundo |
Tienda de música situada en el centro de Aberdeen, donde su tío le compró su primera guitarra. * Foto de BBC Mundo |
Cobain vivió durante varios años en un apartamento de esta casa de Olympia. Parece haber sido allí donde escribió la mayor parte de las canciones de su álbum “Nevermind” * Foto de BBC Mundo |
* * *
Carta de Douglas Coupland a Kurt Cobain
Pocos días antes del aniversario de su muerte, ocurrida hace
20 años, por casualidad di con esta carta, hojeando el libro "Polaroids" del escritor
canadiense Douglas Coupland.
“Perdemos los días y
nuestra capacidad de recuperarlos y sin embargo hay días que no deberían
perderse nunca.” Así empieza el libro "Polaroids".
[ ¿Qué hay en tu
PoowerBook? Este texto, salvo los últimos dos fragmentos, se escribió a
principios de marzo de 1994, con motivo del ingreso de Kurt Cobain en el Hospital Americano de Roma. El pequeño apéndice final se añadió en abril,
tras la noticia del descubrimiento de su cuerpo en su casa de Bellevue, Washington.]
Querido Kurt:
Estaba en Seattle, el 4 de marzo de 1994, cuando oí la
noticia: que estabas en Roma, que habías bebido demasiado champán, tomado
demasiados sedantes, Rohypnol, que
estabas enfermo. Lo que sea. Estabas en coma. Yo viví en Italia en 1984 y
recuerdo que las farmacias despachaban sedantes como si fueran caramelos. Así
que las noticias sonaban creíbles.
Los representantes de la compañía discográfica de David Geffen enviaban todo el rato la
misma noticia a los teletipos, pendiente de confirmación: Kurt ha abierto los ojos, Kurt
ha respondido a su nombre apretando la mano. Sin embargo nadie en Seattle creía
saber de veras algo. O estás en coma o no estás en coma.
Los rumores y las verdades a media recorrían la ciudad. Al final
siempre era lo mismo: “no, Kurt aún está en coma... creo.” Reuters
tuvo que admitir que las informaciones sobre tu salida del estado de coma eran
incorrectas.
La reacción de todo el mundo era bromear sobre el tema, pero
finalmente no podíamos. Dentro de nosotros hay discos de 33 1/3, y hacer una
broma sobre ti era lo mismo que rayar con una aguja ese disco, la ironía estaba
descartada. En vez de eso, hacíamos
bromas sobre las compañías discográficas, las ambulancias italianas y la comida
de los hospitales, pero nunca sobre ti. La
radio ponía una y otra vez tus canciones, siempre acompañada de la misma
noticia: “no hay novedad”.
Alrededor de las tres de la tarde tuve que ir desde el
centro de la ciudad hasta Kent, por la ruta
interestatal número 5, pasando frente al KingDome, donde una vez en los
setenta acudí a ver a Paul McCartney
y los Wings. Justo entonces en la radio sonó tu tema, “Dumb” y vi un grupo de cerezos que
alguna primavera anticipada, había hecho
florecer. Comencé a llorar.
Había estado lloviendo en Seattle durante semanas. El día
que saliste de coma fue el primer día en que el cielo consideró la posibilidad
de clarear. Fue uno de esos días en los
que uno nunca puede anticipar lo que va a pasar. Nubes de tormenta se cernían
sobre el lago Washington, aunque también hubo sol –o algo así– sobre los campos
de Boeing, y al sur hacia Tacoma. El
cielo sobre Seattle ese día se transformó en el corazón de la ciudad; fue como
si el cielo intentara decidir si había que brillar u olvidar.
Al llegar a Kent, pasé delante de un proyecto hotelero que
había fracasado. Sus paredes empapeladas se habían deshecho como los vendajes
de una momia y los restos estaban flameando en el viento, como un hotel
cubierto de vendas; no tenía ventanas.
En medio de un campo arado vi un rododendro en flor. Rosa.
La radio seguía sin dar noticias. A lo largo de la ruta 5 los madroños susurraban con el
viento y la cara inferior de sus hojas –que guardan el oxígeno– lucían un color
salvia, recortándose contra el terraplén de la autopista. Y recordé ser más
joven, visitando Seattle desde Vancouver: la imagen más intensa era la de una autopista
a medio terminar, que no llevaba a ninguna parte.
Me quedé pensando en algunos campos que acababa de ver,
empezando a reverdecer, y cómo esos campos me recordaron ciertos miedos que
tenía cuando era más joven. Miedo a que la naturaleza pudiese simplemente un
año decidirse a no despertar. De que la naturaleza abriera los ojos, volviera a
dormirse y no regresara nunca más.
Manejé hasta el barrio universitario, donde los estudiantes
estaban aturdidos. El dependiente de la tienda de discos no sabía nada. Comencé
a ver sólo símbolos que encajaban con la situación: vi a una joven parada en
una esquina con un vestido floreado y botas militares tomando polaroids de nada; saliendo de allí, en
Denny Way, vi a un mensajero llevando a su lado una bicicleta vacía; al volver al hotel, a través de un agujero en
el bolsillo perdí mis anteojos de sol de nueve dólares, que siempre me habían
gustado porque a través de ellos parecía que el cielo era más azul. En la
televisión, en las noticias de las 6.30, mostraron la ambulancia que te llevaba
al Hospital Americano. Italia.
Tú, el chico del aquí, de lo nuevo, perdido en la más antigua
de las ciudades. Parecía algo cruel.
Esa noche, más tarde, aún no había noticias reales. Pero por
lo menos parecía que habías salido de tu coma. Y entonces un nuevo temor
apareció, uno tan terrible que no podíamos siquiera hablar de él directamente,
como si las palabras pudieran darle vida: el temor de que salieras de tu
coma... clínicamente muerto. Así que mis
amigos y yo hablábamos del tiempo. Tratábamos
de establecer si, de hecho, ese día el cielo había estado soleado o lluvioso. La noche cayó antes de que pudiéramos llegar a
una conclusión, antes de estar totalmente seguros de que el sol había ganado.
Al parecer, al día siguiente estabas bien. En el hospital, cuando te despertaste, pediste
un batido de fresa. No tenías el cerebro muerto. O eso parecía. Y el mundo
siguió girando.
Pero también recuerdo que nunca vi una foto tuya después de
ese día –ni siquiera una imagen volviendo de Europa, dejando el pasado– o una
foto tuya haciendo el signo de la paz para la prensa. Y entonces ayer oí que Nirvana había cancelado su participación
en el Lollapalooza Tour. E imaginé que pasaba algo.
Y ahora estás muerto.
Me encontraba en San Francisco, manejando por la ruta 101, pasando el parque Candlestick, cuando oí la noticia
por la radio. La noticia de que te
habías pegado un tiro. Unos instantes más tarde estaba en la ciudad. Estacioné
el auto y traté de averiguar cómo me sentía.
Nunca te pedí que me causaras preocupación, pero sucedió –a
pesar de la publicidad, a pesar de todo– y ahora estás en mi imaginación para
siempre.
Y también imagino que estás en el cielo. ¿Pero cómo,
exactamente, te puede ayudar ahora el hecho de saber que tú también, como se
suele decir, fuiste alguna vez adorado?
D.
* * *
Así consigna El País
el intento de suicidio del 04 de marzo de 1994, en Roma:
El cantante de
Nirvana, grave por sobredosis de somníferos
Tienen entre 25 y 35 años. Fabrican la religión a su medida
mientras escuchan música de rock alternativo que vende millones. Están
amenazados por el paro, comen pizza y dominan el mando a distancia del televisor,
que siempre se detiene en la cadena musical MTV. Es el arquetipo en el que han
metido a 41 millones de estadounidenses, colgándoles incluso una etiqueta: la generación X. Su profeta es el escritor Douglas Coupland, que con dos libros ya
es definido como un "nuevo
Salinger"; su musa, la actriz Wynona
Ryder; su grupo, R.E.M; su héroe, Kurt Cobain, el cantante de Nirvana que ayer ingresó en un hospital
romano en estado de coma por sobredosis de somníferos.
Kurt Cobain, de
27 años cumplidos el pasado 20 de febrero, cantante y guitarrista del conjunto
de rock Nirvana, fue hospitalizado en
la madrugada de ayer en Roma en estado de coma, tras haber ingerido una dosis
masiva del somnífero Roipnol, según
fuentes hospitalarias. Janet Billig, representante del
artista, informó a las 5 de la tarde que Cobain
"había salido del coma poco antes de
las 4 de la tarde, hora italiana. (…) Ha recuperado las constantes vitales y ha
abierto los ojos. No sé si habla lúcidamente, pero mueve las manos. Su mujer y su hija están con él",
añadió. Billig explicó que Cobain
había ingerido un cóctel mortal de analgésicos y alcohol, aclarando que tomaba
calmantes por prescripción facultativa, dado que sufría dolor de estómago.
Kurt Cobain
disfrutaba de unas vacaciones en la capital italiana, aprovechando un hueco
entre dos conciertos de su gira europea. Se encontraba alojado en Vía Veneto en la suite 541 del Excelsior, un hotel de cinco estrellas,
junto a su mujer, Courtney Love, que
también fue cantante de rock, y a la hija de ambos, Frances Bean, de dos años de edad.
Al parecer, fue la mujer quien, hacia las 6.30 de la mañana,
dio la alarma sobre el estado de Cobain,
que, según otras fuentes, había mezclado champán con las pastillas. El cantante ingresó inconsciente en el hospital
Umberto I, el mismo en el que murió
el cineasta Federico Fellini.
Tras ser sometido a un lavado de estómago, Cobain fue trasladado al American Hospital, una prestigiosa
clínica privada de la capital italiana, sobre las 12 del mediodía. "El paciente está grave, y con ese
adjetivo lo he dicho todo", afirmó a dicha hora un médico del Umberto I.
Quince días después de su intento fallido en Roma, su esposa
denunció a la policía un nuevo intento de suicidio.
Presunta nota de suicidio (frag.)
Hablando como el estúpido con gran experiencia que preferiría
ser un charlatán infantil castrado. Esta nota debería de ser muy fácil de
entender. Todo lo que me enseñaron en los cursos de punk-rock que he ido
siguiendo a lo largo de estos años, desde mi primer contacto con la, digamos,
ética de la independencia y la vinculación con mi entorno ha resultado cierto.
Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni
tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo Rock'
n' Roll. Me siento increíblemente
culpable. Por ejemplo, cuando se apagan
las luces antes del concierto y se oyen los gritos del publico, a mí no me
afectan tal como afectaban a Freddy
Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo. De hecho no te puedo engañar, a ninguno de
ustedes.
Simplemente no sería justo ni para ustedes ni para mí. Simular que me lo estoy pasando el 100% bien,
sería el peor crimen que me pudiese imaginar. A veces tengo la sensación de que tendría que
fichar antes de subir al escenario. Lo
he intentado todo para que eso no ocurriese. (Y sigo intentándolo, créeme
Señor, pero no es suficiente). Soy consciente de que yo, nosotros, hemos gustado a mucha gente. Debo ser uno de aquellos narcisistas que sólo
aprecian las cosas cuando ya han ocurrido.
Soy demasiado sencillo. Necesito estar un poco anestesiado
para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era un niño. En estas tres
últimas giras he apreciado mucho más a toda la gente que he conocido
personalmente que son fans nuestros, pero a pesar de ello no puedo superar la
frustración, la culpa y la hipersensibilidad hacia la gente. Sólo hay bien en mí, y pienso que simplemente
amo demasiado a la gente. Tanto, que eso
me hace sentir jodidamente triste. El
típico piscis triste, sensible, insatisfecho, ¡Dios mío! ¿Por qué no puedo
disfrutar? ¡No lo sé! Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión,
y una hija que me recuerda mucho a como había sido yo.
Llena de amor y alegría, confía en todo el mundo porque para
ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto
que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y
autodestructiva como en lo que me he convertido yo. Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde
los siete años odio a la gente en general... Sólo porque a la gente le resulta fácil
relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Sólo porque amo y me compadezco
demasiado de la gente.
Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago
nauseabundo por nuestras cartas y nuestro interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión. Y recuerda Courtney que es mejor arder que desvanecerse. (*)
Paz, amor y comprensión.
Kurt Cobain
Frances y Courtney, estaré en nuestro altar.
Por favor, Courtney,
sigue adelante por Frances, por su
vida que será mucho más feliz sin mí.
¡¡ Te quiero !! ¡¡ Te quiero !!
(*) es una
cita explícita de Neil Young, tomada de su canción "Hey
Hey, My My" del álbum "Rust
Never Sleeps", (1979):
«It's better to burn out than to fade away».
«Es mejor arder que desvanecerse».
* * *
«Todas mis letras han sido pedazos de poesía
y los pedazos de poesía se toman de poemas que comúnmente
no tienen significado en primer término». KC
Cobain no sólo
fue músico sino también un poeta atormentado, de esos que nos recuerdan a los grandes
bardos románticos. Escribía las letras
de sus canciones y llevaba unos diarios, donde entre 1988 y 1994 plasmó una
serie de pensamientos, cartas, poemas y ensayos, y hasta el esbozo de una
extraña opera punk-rock que no vio la
luz. En ellos expone sus ideas contra el
materialismo y el consumismo, la incapacidad para lidiar con la fama, y los problemas
de adicción a las drogas, en tonos nihilistas,
influenciado por su admiración por William
Burroughs, que lo lleva a recurrir a la destrucción como una forma de
catarsis y rebelión.
“Mis letras son un
gran montón de contradicciones. Se dividen a partes iguales entre opiniones y
sentimientos sumamente sinceros y refutaciones sarcásticas y humorísticas,
espero, hacia los estereotipados ideales bohemios desfasados desde hace años...
En fin, a mi me gusta ser apasionado y sincero, pero también me gusta
divertirme y hacerme el tonto”, se puede leer en sus diarios.
«A veces por muy alto que pongas la música
solo puedes oírte a ti mismo». KC
Sus escritos coloquiales se han publicado en primer lugar en
inglés y luego en español. La versión en
inglés apareció en 2002, a
cargo de la editorial Penguin Putnam y
la versión en español en 2003,
a cargo de Random
House Mondadori.
Hernán Ortiz,
periodista colombiano, consigna todo esto en su artículo Kurt Cobain, el escritor, en El
Colombiano:
“Su primer poema comienza con la palabra Incertidumbre. Su caligrafía
es definida e inclinada hacia la derecha. Según la grafología, eso significa entusiasmo.
El escrito tiene muy pocos tachones. Un lenguaje fluido que describe el acto de
abrir los ojos con dificultad.
Kurt escribe una
crítica irónica contra la televisión, los actores, el show de Larry King. Y
al día siguiente, entra en estado de coma por una sobredosis. Al recuperarse,
no hubo escritos después de su salida del hospital de Roma.
La frase: “Me odio y
me quiero morir”, que reiteraba como un mantra
en sus últimos escritos, siguió en su cabeza hasta el 8 de abril de 1994, el
día en el que se anunció que Kurt Cobain,
el músico más influyente de su generación, se había pegado un tiro en la
cabeza.”
Con motivo de los 20 años desde su muerte, The Associated Press entrevistó a
algunos músicos en relación a los recuerdos que tenían de Cobain. De estas entrevistas
he querido traer dos: la del músico canadiense Neil Young y la del vocalista de Arcade Fire, Win Butler.
Neil Young
ejerció tal influencia en su obra, que Cobain
lo cita en aquella carta de despedida. Su
muerte produjo gran impacto en Young, de manera que plasmó sus
emociones en el que fuera su vigésimo segundo álbum de estudio: Sleeps With Angels (Duerme con los ángeles), considerado una de sus mayores creaciones,
con una gran carga de oscuridad y pesimismo, álbum lanzado en 1994, al poco
tiempo de la partida de Cobain. Interpreta Young junto a Crazy Horse. Guitarra, piano, acordeón, flauta, armónica y
voz, Neil Young; guitarra, piano,
teclados, bajo, marimba y coros, Frank "Poncho" Sampedro; bajo,
vibráfono, marimba y coros, Billy Talbot;
batería y coros Ralph Molina.
“Creo que es triste
que no tuvo nadie con quien hablar que le haya dicho, 'sé por lo que estás
pasando, pero no es tan malo. De verdad que no lo es. Sólo pestañea y pasará.
Todo va a estar bien. Tienes muchas otras cosas que hacer. ¿Por qué no te tomas
un tiempo? No te preocupes por todos estos que quieren que hagas todo lo que no
quieres hacer. Simplemente deja de hacerlo todo. Diles que se vayan al infierno
y se mantengan lejos'. Eso es todo. Eso es lo que yo le hubiera dicho si
hubiese tenido la oportunidad. Y casi la tuve, pero no sucedió",
recordó Young.
Win Butler vocalista
de Arcade Fire declaró: "Yo
era un poco un chico raro que no sabía dónde encajar, y al ver ese tipo de voz
tan fuerte en la cultura sentí que era un periodo máximo para la música
alternativa, donde teníamos a Jane's Addiction, R.E.M. y Nirvana, y era como
ver a esos bichos raros de todo tipo de ciudades en Norteamérica y decir 'guau'. (…) Simplemente
a nivel artístico 'In Utero' fue fuente constante de inspiración. Pasa la
prueba del tiempo tan bien, y 'All Apologies' es una de las canciones más
hermosas que se hayan escrito".
* Fuentes:
Javier Dale,
artículo en La Vanguardia , 05de abril de 2014
Peru Egurbide,
Roma 5 de marzo de 1994, El País: “El
cantante de Nirvana, grave por sobredosis de somníferos”
Hernán Ortiz,
periodista colombiano, en su artículo “Kurt Cobain, el escritor”, en El Colombiano
Chris Talbott
desde The Associated Press, 04 de marzo de 2014: “Kurt Cobain es recordado a 20 años de su
muerte”
Jaime González, enviado especial a Aberdeen, Washigton, EE.UU. por BBC Mundo
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