"La felicidad no necesita ser transmutada en belleza,
pero la desventura sí."
Jorge Luis Borges.
"Una luz dorada
brilla eternamente
al final del camino.
Siente en medio de la noche,
la ola de la esperanza,
ansia de vivir, sendero de gloria."
“Hymne à la Nuit” de Jean-Philippe Rameau (1683-1764). Forma parte de la ópera estilo barroco “Hippolyte et Aricie” (1733).
Esta composición popularmente es entonada como un villancico que se suele circunscribir a la noche de Navidad.
Tanto en este tema, como en el próximo interpreta magistralmente, como voz principal, Jean-Baptiste Maunier. Y corresponden al soundtracks de la película Les Choristes.
Dirección: Christophe Barratier.
Países: Francia y Suiza.
Año: 2004.
Género: Drama.
Interpretación: Gérard Jugnot (Clément Mathieu), François Berléand (Rachin), Kad Merad (Chabert), JeanPaul Bonnaire (Padre Maxence), Marie Bunel (Violette Morhange), Paul Chariéras (Regente), Carole Weiss (Condesa), Philippe Du Janerand (Señor Langlois), Erick Desmarestz (Doctor Dervaux), Jean-Baptiste Maunier (Pierre).
Guión: Christophe Barratier y Philippe Lopes-Curval; basado en la película "La cage aux rossignols", “La jaula de los ruiseñores”, (1945) de Jean Dréville.
Producción: Jacques Perrin, Arthur Cohn y Nicolas Mauvernay.
Música: Bruno Coulais.
Fotografía: Carlo Varini y Dominique Gentil.
La historia transcurre en Francia, en 1949. Clément Mathieu, profesor de música, llega a un Centro Educativo de Protección de Menores de la post guerra, conocido como “El fondo del estanque”, un lugar de tanta oscuridad, como la noche.
El director Rachin, siempre enfadado e irascible, basa su pedagogía en la “Acción-Reacción”. En este clima de castigos el diálogo con los chicos es imposible. Sostiene que estos chicos
están sellados por una maldad natural. El mal impregna sus vidas y nunca podrán salir de él.
Sin embargo, el profesor Mathieu pone al servicio de los alumnos su carácter comprensivo y su sentido del humor. A través de la música irá formando un coro que poco a poco irá transformando a los jóvenes y el clima del centro.
Pero un día en que todos están fuera, se declara un incendio en la escuela. No hay víctimas, pero Mathieu es acusado de negligencia y despedido. En el momento de subir al autobús lleva de la mano al pequeño Pepiton quien de adulto, contará esta historia.
El canto es siempre un territorio de la esperanza. Así lo demuestran las personas y los pueblos. Hay en la música una manifestación del poder de la belleza y cuando los niños se asombran ante ella, se abren sus potencialidades y se convierten en mejores personas.
En el fondo del estanque estaba escondida la preciosa voz de Pierre Morhange (Jean-Baptiste Maunier).
HYMNE À LA NUIT
1. O Nuit! viens apporter à la Terre
Le calme enchantement de ton mystère.
L'ombre qui l'escorte est si douce!
Si doux est le concert de tes voix chantant l'espérance,
Si grand est ton pouvoir, transformant tout en rêve heureux.
2. O Nuit! oh! laisse encore à la Terre
Le calme enchantement de ton mystère.
L'ombre qui l'escorte est si douce!
Est-il une beauté aussi belle que le rêve?
Est-il de vérité plus douce que l'espérance?
HIMNO A LA NOCHE
“La sombra que te acompaña
es tan dulce,
tan dulce es el concierto
de tus voces cantando
la esperanza.
Tan grande es tu poder
Que lo transforma todo en un sueño.
Oh, noche,
ven a traer a la Tierra
el tranquilo encanto
de tu Misterio.
La sombra que te acompaña
es tan dulce.
¿Existe una belleza
tan bella como el sueño?
¿Existe una verdad tan dulce
como la esperanza?
La canción resalta la paradoja de la noche. A través de ella llega a la tierra el Misterio.
Si nos trasladamos a la noche de Navidad, el misterio radica en la Encarnación, por medio de la cuál el Hijo de Dios se hizo Hombre y como dice el evangelista "plantó su tienda entre nosotros". Entonces, el coro de niños se compara a las voces angélicas que cantan el Hosanna.
“... tan dulce es el concierto de tus voces cantando a la esperanza”
La oscuridad de la noche es sólo aparente, se vislumbra a lo lejos un pequeño brillo de luz, en ello radica la esperanza.
Esperanza en un mañana menos frío, menos duro, más suave.
En “Caresse sur l’Océan”, de Bruno Coulais, Pierre va a ser comparado con un pájaro aterido por el frío invierno, que recibirá una caricia del océano (el don) que le permitirá volver a volar:
Caresse sur l'océan
Caresse sur l'océan
Porte l'oiseau si léger
Revenant des terres enneigées
Air éphémère de l'hiver
Au loin ton écho s'éloigne
Châteaux en Espagne
Vire au vent tournoie déploie tes ailes
Dans l'aube grise du levant
Trouve un chemin vers l'arc-en-ciel
Se découvrira le printemps
Caresse sur l'océan
Pose l'oiseau si léger
Sur la pierre d'une île immergée
Air éphémère de l'hiver
Enfin ton souffle s'éloigne
Loin dans les montagnes
Vire au vent tournoie déploie tes ailes
Dans l'aube grise du levant
Trouve un chemin vers l'arc-en-ciel
Se découvrira le printemps
Calme sur l'océan.
“Una caricia en el océano
deja al pájaro tan ligero
sobre la piedra de una isla sumergida
aire efímero de invierno
por fin tu soplo se va lejos,
entre las montañas.
Gira con el viento,
despliega tus alas,
en el alba gris de levante,
halla un camino hacia el arco iris,
llegará la primaveral calma
sobre el océano.”
* * *
* Fuentes:
http://www.eticaycine.org/Los-coristas,230
http://www.semanacineespiritual.org/docs/cine_jovenes/los_chicos_del_coro.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Las distancias tocadas por la gracia vuelven amigos a los extraños."