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"Expectations" - Christophe Vacher

viernes, 19 de octubre de 2012

“El vals del beso”

Cautivante esta asociación literatura-música. Francisco Arsis acerca a estos grandes músicos y los muestra más humanos,  en este excelente relato.






LILÍ 


Cariño, no sabes cuánto lamento tener que hacerte pasar por este terrible y amargo momento, pero todo resulta ya insostenible. 

He intentado por todos los medios no sentirme incómoda, no sentirme ingratamente engañada conmigo misma, y solo por ti, por todo lo que tú has representado siempre para mí. 

Yo tan solo era una "rubita" linda de ojos azules que se hacía llamar “Lilí”, ansiosa por comerse el mundo, y con un único y claro deseo: lograr cantar algún día en la Ópera Imperial de Viena, a pesar de ser consciente de mis infortunadas limitaciones artísticas. Pero te conocí a ti, Johann, y créeme si te digo que me sentí enamorada realmente de todo lo que tú eres y representas. 

Sé muy bien que ahora no podrás entenderme, cuando ya nada puede detener este abismo que inevitablemente separa nuestras vidas. 
Tú significabas la madurez, la perfección, la suprema melodía que endulzaba Viena recorriendo todos los rincones hasta sus mismísimos cimientos. Y mi admiración hacia ti era tan inmensa que no podía pensar en otra cosa que desear estar a tu lado, a cada momento, en cada instante de tu vida. 



Lilí y su esposo Johann Strauss II


Ser tu adorable esposa, como a menudo te gustaba decir, era mi mayor anhelo. Pero, Johann, tú siempre estabas ocupado, y apenas lograba estar contigo, sintiéndome a cada momento como atrapada en una jaula de oro, prisionera de lujo en un mundo al que no acababa de encontrarle significado. En estos últimos meses incluso te veía ya más como un padre que como un amante esposo. 

Me aburría, Johann. Tu vida gira únicamente en torno a tus composiciones, a tus músicos, y el “Theater an der Wien” es en realidad tu verdadera casa, en la que yo no tenía cabida. No trato de justificarme, amor. Yo he sido peor que tú, lo reconozco. Pero debes admitir que no solo fue culpa mía. Dejarme querer no solucionaba nada, Johann. No tenías que suplicarme que no me apartara de ti. Eso lo tenías por completo. Era relativamente fácil hasta hoy. 

Ahora… todo ha cambiado. Ya nada es suficiente, ni tus regalos, ni tu cariño paternal, ni tus ausencias excusables con un “no te preocupes, mañana te dedicaré todo mi tiempo”, cuando en realidad te pasabas la mayor parte del día componiendo el vals de tu vida.

Johann, ¿no comprendías que me sentía desplazada, ignorada, agobiada por la soledad a causa de tus continuas ausencias en “pro” de tu trabajo? 

Ya nada tiene arreglo, cariño. Sé que cuando esta carta llegue a tus manos ya lo sabrás todo. Pero para entonces ya estaré lejos de tu vida, y no seré un problema para ti. Jamás quise serlo, como cierto es que nunca quise hacerte daño, Johann Strauss “Sohn”.

Franz y yo nos marchamos a Berlín, lejos, muy lejos de Viena. 
Estamos seguros de que el “Theater an der Wien” no notará la ausencia de su director. Su aportación solo era provisional, mientras se decidía quien iba a sustituir al señor Maximilian Steiner, el padre de Franz. 

Adiós, Johann, mi otrora amado compositor. Nunca olvidaré “El vals del beso”. Para mí siempre será una de tus piezas maestras. Si quieres borrar la dedicatoria lo comprenderé. No sería justo que yo me sintiese molesta, cuando he sido incapaz de corresponderte como merecías. 

Johann… lo siento. 

Viena, 27 de agosto de 1882 






* * *


Angelika (Lili) Dittrich (1850-1919)


* Lilí (Angelika Dittrich), segunda de las tres esposas que tuvo Johann Strauss II, regresó a Viena tras la muerte de su ex-esposo, años después de ser abandonada por Franz Steiner. Tras esta nueva separación, regentó durante algún tiempo un estudio fotográfico en Berlín. Finalmente, en el año 1919, moriría en circunstancias sombrías tras padecer, el resto de su vida, el sentimiento de culpa generado por el daño causado a su esposo, ante su amarga conducta. 


Escribí este relato ante la fascinación que siempre ha despertado en mí el compositor "Johann Strauss II", el emperador del vals.






© Francisco Arsis Caerols (Alcoy, España)

http://franciscoarsis.galeon.com/, su web


El autor se encuentra en estos momentos lanzando su libro:  "El pasajero del tiempo"





2 comentarios:

"Las distancias tocadas por la gracia vuelven amigos a los extraños."