I will wait for you

I will wait for you
"Expectations" - Christophe Vacher

martes, 16 de octubre de 2012

"No te mueras sin decirme a donde vas"





Esta película es una oda al AMOR, a la MUERTE, a la VIDA. Nos dice que podemos volver a nacer, morir, y nacer ... y morir ... en esta misma vida, o en la otra ... Gracias a Dios existe aquello inexplicable, aquella energía potente, generadora y devastadora a la vez, llamada AMOR.  Sustancia infinita que mora en todos nosotros, pero que no dejamos fluir ... esta energía es tan elástica que alcanza para amar a muchos seres, muchos, ¿por qué acotamos tanto esta energía ? ... (Pagó Paillan)

DIRECTOR:  Eliseo Subiela 
GUIÓN:  Eliseo Subiela 
MÚSICA:  Pedro Aznar 
FOTOGRAFÍA:  Hugo Colace 
REPARTO:  Darío Grandinetti, Mariana Arias, Oscar Martínez 
PRODUCTORA: Instituto Nacional de Artes Visuales 
1995 - Montreal: Gran Premio del Público. 
1995 - Sitges: Mejor guión / Drama. Romance 

Citas:

1 La mente no trae más que abismos, que sólo el corazón puede cruzar... 
2 La gente sin sueños, se muere antes ... 
3 Podría ser un sueño, pero la sensación es al revés, es como si estuvieras saliendo de un sueño.
4 El amor es la única forma de vida posible. 
5 Si ves el amanecer dile que no cuente conmigo ... 
6 Podría ser todo una mentira, podría ser que no eres quien dices que eres ... 

Quiebre de límites,  contraposiciones,  antagonismos:  Vida-Muerte, Realidad-Sueños, Presente-Pasado, Certezas-Misterios, Símbolos,  la muerte, la única certeza...  La película nos recuerda definitivamente a Rilke.


SINTESIS DE LA PELÍCULA


"La película comienza en New Jersey, en 1885. Bajo la lluvia, un hombre acongojado asiste a las exequias de su esposa. De vuelta en su residencia, solo y triste, medita y hace girar el "zoetrope", un juguete de la época, precursor del cine. El hombre se queda dormido. El hombre sueña. El sueño del hombre es un proyector de cine actual que cargan y accionan unas manos. Cuando se proyecta la luz, el sueño de ese hombre será la historia que contaremos. 

En Buenos Aires, época actual, Leopoldo es el proyectista de un agonizante cine de barrio. Tiene unos 50 años. Vive en una casita de barrio con su esposa desde hace 20 años. En el fondo de la casa Leopoldo tiene un tallercito en el que se inventan cosas. Leopoldo sueña con un gran invento que lo rescate de una mediocre muerte anunciada. Este sueño lo comparte con su amigo Óscar, inventor de un robot sensible que personifica a Carlos Gardel... un cuerpo de metal con corazón Argentino... su memoria básica está programada con datos que tienen que ver con nuestra cultura, algo así como "el ser nacional"

Para Leopoldo su mayor ambición es poner a punto el "recolector de sueños", un aparato que registra los sueños durante la noche, y es capaz de mostrarlos en imágenes al día siguiente. Después de muchos intentos frustrados y tras un sueño muy placentero, rescata las imágenes de una mujer, vestida con ropa del siglo pasado. 

En esas imágenes la mujer está con un hombre, que es el mismo que viéramos al comienzo en 1885. Leopoldo no tiene la menor idea de quien es esa mujer. Sólo recuerda la sensación de un intenso amor hacia ella durante el sueño. Un día en el cine, después de la última función, cuando se dispone apagar las luces de la sala, esa mujer aparece sentada en una de las butacas. Le sonríe. Sólo él puede verla. 

De aquí en adelante, Leopoldo emprende un difícil camino, que en principio supone hacer caso omiso a las murmuraciones y sospechas de quienes lo rodean y lo ven hablando solo, en las más variadas circunstancias. Porque Rachel, como se llama la mujer, se presenta llamándolo William, y diciéndole que fueron pareja en una vida anterior, y que en realidad vienen amándose desde hace siglos, de distintas maneras en distintas reencarnaciones. En la última, Leopoldo, fue ese hombre que vimos al comienzo, que era ayudante de Thomas Alva Edison, uno de cuyos sueños consistía en una maquina capaz de aprisionar imágenes en movimiento y después revivirlas proyectándolas. Rachel era una cantante de ópera. 

A partir de ese momento, Leopoldo convivirá con ese "espíritu", mucho más sabio que él, que le confesará que no se ha vuelto a reencarnar porque tiene miedo a nacer. Miedo a los sufrimientos de la vida. Rachel se confiesa un espíritu imperfecto al que todavía le falta aprender. Leopoldo, en cambio, tiene miedo a morir. Ambos sienten ese amor eterno que los ha unido durante siglos. En el transcurso del relato, Rachel será como una maestra espiritual que irá transformando a Leopoldo en un ser cada vez mas sabio y luminoso. En su casa Leopoldo "convivirá", con dos mujeres, la esposa y la mujer soñada. 

La posibilidad de acceder a otra dimensión, le permite encontrarse con sus padres muertos hace tiempo y diversos seres queridos que ya han abandonado esa etapa de la vida."




ANÁLISIS DE LA PELÍCULA BAJO LA PERSPECTIVA RILKEANA

Me encontré con este interesante análisis filosófico de la película, transcribo sus principales alcances:

Sus personajes están "heridos de amor y de muerte, preñados de deseo de vida e inquietos de sueños." La historia así planteada nos recuerda a Rainer Maria Rilke, por la semejanza de sus ángeles con el fantasma de Rachel. 

Hay en NO TE MUERAS... la apelación a una constante del arte de Subiela (y de todo arte): la pregunta por la muerte. La muerte con relación al arte del cine, la muerte con relación al destino de los mortales, la muerte con relación al deseo por la vida, la muerte con relación a los sueños, la muerte con relación al tiempo, la muerte con relación a la misma pregunta por la muerte. 

Ser y devenir del que el arte se apropia en términos de belleza y creando otros universos de realidad, otros sentidos de realidad, otras verdades. De este modo, el arte como símbolo del radical trágico es una manera de reunir y dialogar con la ausencia, una forma de intersección entre los tiempos mítico e histórico, de sentido dinámico y plural, de realización en el plano de lo imaginación, y a modo de conocimiento entre ambos límites del escenario del imaginario, entre la comprensión y la sospecha. 

El valor cuasi sagrado del símbolo, en Grecia symballo, era el de ser aquella pieza que garantizaba una unidad anterior, que mantenía el recuerdo en la distancia, y que aseguraba el reconocimiento en el futuro. Y el sentido, emergente del radical trágico, se construye como radical simbólico que admite infinidad de expresiones y manifestaciones concretas, que pretende reparar la totalidad quebrada de la que el hombre es sólo un fragmento, y que asume la distancia/fisura, proclamando que el fundamento es la herida y la vida, precisamente, ese conflicto (en la certeza de estar en la vida camino de la muerte). Invención de sentido para una infinidad de sentidos, la inquietud sigue en camino de mitigar el peso y lo inevitable de lo que nos es más propio, el morir. Así en NO TE MUERAS... se deja entrever.

En Rilke encontramos ángeles que traen a la memoria la presencia de la muerte, pero para celebrar la vida. El ángel, en los poemas de Rilke, es una imagen de lo terrible: lo propio e inevitable del morir, la fragilidad de la existencia, la posibilidad del amor como antídoto a una vida sin color ni sentido. Lo terrible, en Rilke, es el reconocer que la vida es un abismo, puesto que una herida trágica nos constituye. Y reconocer ese abismo es la posibilidad de aliviar la herida y el espanto inventando sentidos. El ángel es una figura emblemática de un espacio intermedio entre el amor y la muerte, ya que "su epifanía permite desbordar la muerte y reconocerla como propia, en el espectáculo del amor". 

El ángel rilkeano es la diferencia, la manifestación de la distancia entre tiempo y eternidad: el ángel anuncia (el arte da cuenta de ese anuncio) el devenir incesante del vivir, la fugacidad de lo humano y el anhelo de permanencia. El ángel instala la contradicción entre la vida y la muerte, el ser y no-ser. El ángel de Rilke, como la Rachel de Subiela, es quien anuncia a los mortales la necesidad de albergar la muerte para implicar nuevos nacimientos.

Música, ángel, fantasma, son mensajeros del silencio, del amor infinito, de la muerte y de la vida. 

Porque, ¿qué hace Rachel, sino permanecer en el curso de la historia fílmica en un estado intermedio entre la vida y la muerte? ¿Qué hace este espíritu de mujer/ángel, si no mostrar la fragilidad de la vida? ¿Qué hace Rachel, sino enseñar a Leopoldo a mirar con nuevos ojos el porvenir de una existencia que se elige a sí misma en virtud de su amor? ¿Qué hace Rachel, sino orientar la mirada de Leopoldo hacia las infinitas posibilidades de nuevos nacimientos? Rachel, espíritu femenino de presencia angelical, dadora de luz desde un u-topos o ausencia de lugar, es expresión de la nostalgia de quien anhela su condición existencial. Y también es expresión del deseo de vida y anuncio destinal ante la propuesta de Leopoldo por morir para reunirse con su amada Rachel en el otro lado, a lo que ella responde: "ni se te ocurra, tenemos que encontrarnos en la vida... ya va a ocurrir". 
El amor "la única forma de vida posible" (quizás ahí está el milagro del u-topos señalado por el ángel). 

Día-noche, luz-sombras, vida-muerte fueron díadas con las que el soñador romántico iba al encuentro del lado oscuro de los mortales.

La música es, como el ángel de lo terrible, la epifanía de las sombras, lo oscuro, la armonía que emerge entre la tensión y la extraña ternura del vivir. La música romántica, como Rachel, demarca el límite entre lo posible y lo imposible, entre lo real y lo soñado, entre la tierra y el u-topos, el lugar no conocido en el que aguardan las almas su hora de nacer. 

La música y la poesía para románticos y "post-románticos" es el arte del tiempo en el que se va la vida. Es el arte interior que da y renueva la vida, abundancia de vida transmutada en fuerza creadora. Es el tiempo para amar lo íntimo, la pasión, el dolor, las incertidumbres y enigmas del ser y el vivir. Es la invitación a ese no-lugar en el que se canta a la vida, no sólo por amor a una mujer sino por amor al arte mismo: al extremo que, en las fronteras del mundo y lo desconocido, quienes se atreven a expresar estos límites con sus poemas y sinfonías atraviesan el umbral de sus propios límites. Límite entre el mundo y lo desconocido que, en invitación al amor, Mahler sugería a Alma: "quiero llevarte a esas regiones en las que atisbamos la eternidad y lo divino" 

En su carta VIII, de agosto de 1904, Rilke escribe a su discípulo: "Si nos fuera posible mirar más allá de lo que alcanza nuestro saber, incluso pasando un poco sobre las avanzadas de nuestro presentimiento, quizá soportaríamos entonces nuestras tristezas con mayor confianza que nuestro gozo. Pues ellas son los momentos en que ha entrado algo nuevo en nosotros, algo desconocido... surge un silencio, y lo nuevo, que nadie conoce, se yergue en medio y calla" 

El amor es el antídoto a lo perecedero, y que es la condición (frágil y de un instante, pero posible) de asegurarnos fragmentos de inmortalidad (magíster dixit Platón). Y para callar, con el canto de una mujer/ángel, viviendo y amando, sin saber el lugar del no-lugar, de los enigmas.

Liliana J. Guzmán 




LA PELÍCULA COMPLETA




No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Las distancias tocadas por la gracia vuelven amigos a los extraños."