El espejo de agua...
Mi espejo, corriente por las noches,
se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.
Mi espejo, más profundo que el orbe
donde todos los cisnes se ahogaron.
Es un estanque verde en la muralla
y en medio duerme tu desnudez anclada.
Sobre sus olas, bajo cielos sonámbulos,
mis ensueños se alejan como barcos.
De pie en la popa siempre me veréis cantando.
Una rosa secreta se hincha en mi pecho
y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo.
* * *
Hace media hora te dejé un comentario en el post de los románticos (Keats, Shelly y Wilde) juro que no había leído este poema nunca antes, veo que el inconsciente colectivo anida en mí, porque cuando comenté, hablé de espejos, cisnes, agua, reflejos, y ahora veo que Huidobro escribió con palabras similares. Confieso que quedé un poco asombrada.
ResponderEliminarRecuerda dos cosas: la poesía es cuántica y mágica, vuela más allá de nuestros límites autoimpuestos. "Si las puertas de la percepción se abriesen, todo aparecería ante los hombres como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna. " William Blake. Y según la idea de Shelley somos parte de un único poema universal.
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