Auguste Bigand - Caravage dans son atelier |
La luz de Caravaggio para Pier Paolo Pasolini
Este poeta y cineasta italiano, en una mirada muy particular, pretende explicar la fascinación que provocan los cuadros del gran Michelangelo Merisi da Caravaggio (Milán, 1571 – Porto Ércole, 1610) pintor italiano considerado primer gran exponente de la pintura del Barroco y que trabajó en Roma, Nápoles, Malta y Sicilia entre los años de 1593 y 1610.
Caravaggio inventó: primero, un nuevo modo que según la terminología cinematográfica se denomina profílmico, y con esto entiendo todo lo que está delante de la cámara cinematográfica, es decir, Caravaggio inventó todo un mundo a poner delante del caballete en su estudio: tipos nuevos de personas, en el sentido social y caracteriológico, tipos nuevos de objetos, tipos nuevos de paisajes.
Segundo: inventó una nueva luz, sustituyó la luz universal del Renacimiento platónico por una luz cotidiana y dramática. Tanto los nuevos tipos de personas y de cosas como el nuevo tipo de luz, Caravaggio los inventó porque los vio en la realidad. Se dio cuenta de que a su alrededor -excluidos por la ideología cultural vigente desde hacía casi dos siglos- había hombres que no eran horas del día, formas de iluminación lábiles pero absolutas, que nunca habían sido reproducidas y al haberse alejado cada vez más del uso y de la norma, habían acabado siendo escandalosas y, por lo tanto, olvidadas. Tanto que probablemente los pintores, y en general los hombres hasta Caravaggio probablemente no las veían siquiera.
La tercera cosa que inventó Caravaggio es un diafragma (también él luminoso, pero de una luminosidad artificial que pertenece sólo a la pintura y no a la realidad) que separa tanto a él, el autor, como a nosotros, los espectadores, de sus personajes, de sus naturalezas muertas, de sus paisajes. Este diafragma, que traspone las cosas pintadas por Caravaggio en un universo separado, en cierto sentido muerto, al menos respecto a la vida y al realismo con el que esas cosas habían sido percibidas y pintadas, ha sido estupendamente explicado por Roberto Longhi *, con la suposición de que Caravaggio pintaba mirando sus figuras reflejadas en un espejo. Tales figuras eran las que Caravaggio había elegido de la realidad, descuidados aprendices de frutero, mujeres del pueblo jamás tomadas en consideración, etc., y también ellas estaban inmersas en esa luz real de una hora cotidiana concreta, con todo su sol y toda su sombra: y sin embargo, dentro del espejo todo parece como suspendido, como con un exceso de verdad, un exceso de evidencia, que lo hace parecer muerto.
Caravaggio - San Francisco de Asís |
Puedo amar críticamente la opción realista de Caravaggio de recortar en los personajes y en los objetos el mundo a pintar; puedo amar, aún más, críticamente, la invención de una nueva luz donde hacer acaecer los inmóviles acontecimientos. Sin embargo, en cuanto al realismo se precisa una buena dosis de historicismo para identificarlo en toda su imponencia: al no ser yo un crítico de arte, y viendo las cosas desde una perspectiva histórica falsa y escueta, en definitiva a mí el realismo de Caravaggio me parece un hecho bastante normal, superado a lo largo de los siglos por otras, nuevas formas de realismo.
En cuanto a la luz, puedo apreciar su invención estupendamente dramática, pero por una forma estética mía particular -debida quién sabe a qué maniobras de mi subconsciente- no amo las invenciones de formas. Un nuevo modo de percibir la luz me entusiasma mucho menos que un nuevo modo de percibir, supongamos, la rodilla de una virgen bajo el manto o el escorzo del primer plano de un santo: amo las invenciones y las aboliciones de los claroscuros, de las geometrías, de las composiciones.
Caravaggio - Isaac (detalle) |
Ante el caos luminoso de Caravaggio me quedo admirado, pero un poco distanciado (si es mi opinión estrictamente personal lo que aquí se quiere conocer). La que me entusiasma es la tercera invención de Caravaggio: es decir, el diafragma luminoso que hace de sus figuras unas figuras apartadas, artificiales, como reflejadas en un espejo cósmico. Aquí los rasgos populares y realistas de los rostros se pulimentan en una caracteriología mortuoria, y así la luz, aun estando tan empapada del instante del día en el que está captada, se fija en una grandiosa máquina cristalizada. No sólo el Baco joven está enfermo, sino también su fruta. Y no sólo el Baco joven, sino todos los personajes de Caravaggio están enfermos, ellos, que deberían ser por definición vitales y sanos, tienen, en cambio, la piel deslucida por una cenicienta palidez de muerte."
Pier Paolo Pasolini
"Colocó la oscuridad en el claroscuro" (Lambert).
El claroscuro llegó a escena mucho antes del arribo de Caravaggio a la pintura, pero fue éste quien le dio la técnica definitiva, oscureciendo las sombras y transformando el objeto en un eje de la luz, cada vez más penetrante. De este modo los pintores lograron plasmar el físico y la psicología de los personajes de una forma cada vez más real y aguda. Su influencia en el claroscuro y en la interpretación del realismo psicológico perduró a través de los tiempos.
Narciso (1594-1596) - Caravaggio - Galleria Nazionale d'Arte Antica, Roma |
El estilo de las composiciones de esta escuela es sencillo: las figuras, representadas de tamaño natural, de medio cuerpo o cuerpo entero, sobre un fondo oscuro. El rasgo más característico es el uso del claroscuro: no trabajaban el fondo, que quedaba en penumbra, y concentraban toda su atención, con una luz muy intensa, en las figuras que ocupan el primer plano. Este contraste dramático fue cultivado sobre todo por napolitanos y españoles, a los que se denomina tenebristas.
Los pintores caravaggistas reproducen la figura con gran realismo, representándola a tamaño natural, generalmente contra un fondo monocromo, e iluminados por una luz violenta.
http://es.wikipedia.org/wiki/Caravagismo
"El contraste de claro-oscuro se obtiene mediante la gama de grises o utilizando el blanco y el negro. El punto extremo está representado por blanco y negro, observándose la proporción de cada uno. Un ejemplo de este contraste, lo encontramos en Narciso (1594-1596) de Caravaggio."
Ingrid Calvo Ivanovic, Diseñadora Gráfica titulada en la Universidad de Chile. Miembro individual de la Asociación Internacional del Color (AIC).
* Roberto Longhi (Alba, Italia, 1890 - Florencia, 1970) historiador del arte italiano, entre sus obras: Caravaggio, Milán 1952.
Lamento no tener instrucción en historia del arte, pero a veces me complace no saber demasiado, simplemente porque veo la pintura, en este caso de Caravaggio con una mirada de admiración que tal vez los conocedores han perdido. Es que es tan inmensa su obra que a los ojos del ignorante, se convierte en una alucinante manera de descubrir la belleza y la maestría que este pintor nos dona. Majestuosa su obra.
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