Nicanor Parra se convierte en el tercer chileno en ganar el Premio Cervantes, junto a Jorge Edwards y Gonzalo Rojas comos los autores nacionales que han obtenido el galardón más prestigioso de las letras hispanas.
El poeta que actualmente tiene 97 años, se une así a una selecta nómina de ganadores como la catalana Ana María Matute, quien recibió el premio el año pasado, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Carlos Fuentes y Sergio Pitol, entre otros.
"La carrera por el llamado "Nobel de la literatura hispana" de este año tenía a Parra, una vez más, como uno de sus grandes favoritos, con otros autores destacados en consideración como el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, el novelista colombiano Fernando Vallejo y el uruguayo Eduardo Galeano, además del escritor argentino Ricardo Piglia y la poetisa cubana Fina García Marruz."
Desde 1996 se sigue la norma tácita de alternar el premio de un autor español a otro latinoamericano.
La ceremonia de entrega se llevará a cabo el 23 de abril, fecha en que se conmemora la muerte de Miguel de Cervantes, estará presidida por el rey Juan Carlos de Borbón, en el Aula de la Universidad de Alcalá de Henares, donde nació el autor de "El Quijote".
"Nicanor Parra realizó estudios de Física y Mecánica Avanzada en Estados Unidos en 1940, para regresar cinco años después a Chile. En 1948 fue nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería, al mismo tiempo que realizaba sus primeras publicaciones de antipoemas en una antología. En 1954 publicó la que es considerada por muchos su obra más influyente: "Poemas y antipoemas".
El Premio Cervantes viene a coronar una trayectoria indiscutible que lo ha llevado a ser postulado al Premio Nobel de Literatura, junto a otros galardones recibidos, como el Premio Nacional de Literatura (1969), el Premio Juan Rulfo (1991), la medalla al mérito Gabriela Mistral (1997) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2000).
En su obra figuran títulos como "Cancionero sin nombre" (1937), "Poemas y antipoemas" (1954), "La cuesta larga" (1958), "Versos de salón" (1962), "La camisa de fuerza" (1968), "Obra gruesa" (1969), "Antipoemas" (1972), "Artefactos" (1972), "Sermones y prédicas del Cristo de Elqui" (1977), "Coplas de Navidad" (1983), "Poesía política" (1983), "Hojas de Parra" (1985), "Páginas en blanco" (2001), "Discursos de sobremesa" (2006) y "Obras completas I & algo +" (2006).
* Fuente:
Sea éste mi humilde homenaje al maestro, recordando uno de los poemas suyos que más me llega:
ES OLVIDO
Nicanor Parra
Juro que no recuerdo ni su nombre,
Mas moriré llamándola María,
No por simple capricho de poeta:
Por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros,
Ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
Supe de la su muerte inmerecida,
Nueva que me causó tal desengaño
Que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera!
Y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
Por la gente que trajo la noticia
Debo creer, sin vacilar un punto,
Que murió con mi nombre en las pupilas.
Hecho que me sorprende, porque nunca
Fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
Relaciones de estricta cortesía,
Nada más que palabras y palabras
Y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
Sólo queda un puñado de cenizas),
Pero jamás vi en ella otro destino
Que el de una joven triste y pensativa
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
Con el celeste nombre de María,
Circunstancia que prueba claramente
La exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡Quién es el que no besa a sus amigas!
Pero tened presente que lo hice
Sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
Su inmaterial y vaga compañía
Que era como el espíritu sereno
Que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
La importancia que tuvo su sonrisa
Ni desvirtuar el favorable influjo
Que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aún, que de la noche
Fueron sus ojos fuente fidedigna.
Mas, a pesar de todo, es necesario
Que comprendan que yo no la quería
Sino con ese vago sentimiento
Con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
Lo que a esta fecha aún me maravilla,
Ese inaudito y singular ejemplo
De morir con mi nombre en las pupilas,
Ella, múltiple rosa inmaculada,
Ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
Que se pasa quejando noche y día
De que el mundo traidor en que vivimos
Vale menos que rueda detenida:
Mucho más honorable es una tumba,
Vale más una hoja enmohecida.
Nada es verdad, aquí nada perdura,
Ni el color del cristal con que se mira.
Hoy es un día azul de primavera,
Creo que moriré de poesía,
De esa famosa joven melancólica
No recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
Como una paloma fugitiva:
La olvidé sin quererlo, lentamente,
Como todas las cosas de la vida.
***
Nicanor Parra Sandoval, poeta chileno, nace en San Fabián de Alico el 5 de septiembre de 1914.
A Parra se le atribuye la antipoesía, una expresión literaria que rompe con los cánones tradicionales de la lírica. Una de sus obras más reconocidas es Poemas y Antipoemas, donde reemplaza una sintaxis cuidada y metafórica por un lenguaje cotidiano y directo.
Nicanor Parra es miembro de la familia Parra, compuesta por reconocidos artistas populares en Chile, entre ellos Roberto, Violeta y Eduardo (el tío "Lalo").
Como dice, José Miguel Ibáñez Langlois, sacerdote y poeta:
"Pues bien: el antipoema de Parra no es la serena y apolínea creación que se produce en una cumbre de equilibrio de la forma verbal y la experiencia humana. Es la poesía de una época no apta para tales triunfos, clasicismos ni armonías, porque en ella se extingue el brillo de la divinidad en el mundo, y cabe repetir con Holderlin: ¿... y para qué ser poeta en tiempos de penuria? El antipoema es una respuesta posible: una palabra que ya no puede cantar a la naturaleza, ni celebrar al hombre, ni glorificar a Dios o a Ios dioses, porque todo se le ha vuelto problemático, comenzando por el lenguaje. En compensación, este producto alejandrino, romántico e imperfecto renueva un intenso contacto del hombre con su destino y con las honduras de la subjetividad viva; aparece como una recuperación -por la palabra- de la realidad perdida en las palabras, y es el semillero de nuevas e inusitadas formas de lenguaje."
Así se entiende pues que sus poemas despierten controversia, en el caso de éste, surge preguntarse si la joven fue sólo su amiga o se entrevé que el autor diciendo que no, dice que sí, que sí fue su amor de adolescente. Es como para levantar un debate, por qué sí o por qué no.
Yo me inclino por pensar que estaba enamorado de ella y nunca se lo dijo, por ese temor del hombre al compromiso, o por querer sufrir menos, al saber que ella ha muerto, algo como enterrar el sentimiento junto con ella. Ustedes ¿qué opinan?
Myriam que maravilloso homenaje has realizado al gran poeta chileno NICANOR PARRA, finalizando con este poema que ya conocía y que siempre me emociona tanto al leerle. Me siento tan chilena como tú mi querida amiga, junto a todos mis hermanos chilenos festejando este merecidísimo Premio Cervantes 2011, el más importante para los hombres que le dedican el alma a las letras. Un abrazo enorme desde mi querida Mendoza. Gracias y felicitaciones por este exquisito blog cultural.
ResponderEliminar