Madredeus es un grupo musical portugués, formado en 1985 por Pedro Ayres Magalhães.
Con el correr de los años han rotado algunos de sus integrantes y actualmente lo integra
Pedro Ayres Magalhães , Carlos Maria Trindade y Antonio Barbosa.
El nombre del grupo proviene del lugar donde se reunían a ensayar, el Teatro Ibérico al lado del Convento de Madre de Deus, en la zona oriental de la ciudad de Lisboa.
Como voz principal contaron con la participación de Teresa Salgueiro, quien ingresó al grupo con sólo 17 años de edad. Su particular estilo, cada vez más depurado, con una voz que crece por momentos y un estilo único, definido muchas veces como una barca en medio del mar, de suave balanceo.
Su público se mantiene fiel a la fórmula original, con instrumentistas de extraordinaria calidad profesional, música bien interpretada e identificativa de Madredeus, pero, sobre todo, rendido ante la mágica y penetrante voz de Teresa que, sin estridencias, sabe llegar al alma de quien la escucha.
Es muy difícil decidirse por alguna de sus canciones, a la hora de escucharlos, pero ésta me parece una de las más hermosas:
Coisas Pequenas
Madredeus
Coisas pequenas são
coisas pequenas
são tudo o que eu te quero dar
e estas palavras são
coisas pequenas
que dizem que eu te quero amar.
Amar, amar, amar
só vale a pena
se tu quiseres confirmar
que um grande amor não é
coisa pequena
que nada é maior que amar.
E a hora
que te espreita
é só tua.
Decerto, nao será
só a que resta;
a hora
que esperei a vida toda,
é esta.
E a hora
que te espreita
é derradeira.
Decerto já bateu
à tua porta.
A hora
que esperaste a vida inteira,
é agora.
* * *
Cosas pequeñas son
cosas pequeñas
son todo lo que te quiero dar
y estas palabras son
cosas pequeñas
que dicen que te quiero amar
amar, amar, amar
sólo vale la pena
si tú deseas confirmar
que un gran amor no es
cosa pequeña
que nada es más grande que amar
Y la hora
que te acecha
es sólo tuya
Ciertamente, no será
sólo la que resta
la hora
que esperé toda mi vida
es ésta, es ésta.
Y la hora
que te acecha
es duradera.
Ciertamente ya golpeó
tu puerta.
La hora
que esperaste la vida entera
es ahora, es ahora.
Y la hora
que te acecha
es sólo tuya.
Ciertamente, no será
sólo la que resta
la hora
que esperé toda mi vida
es ésta, es ésta.
Y la hora
que te acecha
es la definitiva.
Ciertamente ya golpeó
tu puerta.
La hora
que esperaste la vida entera
es ahora, es ahora.
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"Las distancias tocadas por la gracia vuelven amigos a los extraños."