Mi barca navega errática
con su pesada carga de melancolía,
como un viejo marino ebrio
abrazado a un farol
en medio de la noche.
Una bruma gris penetrando
por todos sus rincones.
Lloran los mástiles viejos
en lúgubres quejidos,
así a merced del mar y el viento,
a punto de la zozobra,
este viejo velero fantasma
ahoga su negra pena.
MIA
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"Las distancias tocadas por la gracia vuelven amigos a los extraños."