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"Expectations" - Christophe Vacher

martes, 24 de enero de 2012

Nostalgias de Ampuero III

ACTIVIDAD ECONÓMICA, CULTURAL Y TURÍSTICA DEL MUNICIPIO DE  AMPUERO

La actividad económica de Ampuero se centra en la industria, en la explotación agropecuaria y el turismo rural, ya que cuenta con privilegiados paisajes, que pueden apreciarse en toda su magnitud desde el alto de la Bien Aparecida y el puerto de Alisas.  Posee localidades ideales para el contacto con la naturaleza y la práctica de deportes como la pesca y el piragüismo, el senderismo y la espeleología, destacando la cueva de los Tocinos ubicada en el barrio Solamaza de Ampuero, la cavidad se encuentra dentro de un encinar cantábrico y presenta unas interesantes estalactitas.  El lugar ha sido declarado de interés comunitario por su enorme valor natural y paisajístico.

Este municipio cuenta con varios atractivos culturales y turísticos, en torno a la pesca de trucha y salmón con su gastronomía asociada, el queso de Las Garmillas (tipo Camembert), el plato más codiciado las angulas al ajillo con guindilla y aceite presentadas en cazuela de barro,  el salmón, los picatostes con chocolate, originarios de Limpias y el anís de Udalla.  La belleza indiscutible de sus paisajes, sendas y rutas hace de esta comarca un paraje ideal para el descanso y el disfrute de la naturaleza, un paraíso para expertos pescadores y espeleólogos.

La fauna está formada por aves rapaces, como el cernícalo y el milano; urraca, petirrojo, comadreja, jabalí,  zorro, garzas reales y aves pescadoras que frecuentan el río Asón, por el que transitan salmones y truchas.

De la flora autóctona cabe mencionar el encinar de la Maza, el cagigal de la Bien Aparecida y las encinas y hayas en la base del monte Candiano, en la localidad de Marrón.

En los arroyos del puerto de Hoyomenor existe una vegetación de alisos, avellanos, sauces y tilos, también se encuentra un tipo de helecho peloso llamado Stegnogramma pozoi.




La rebolla de Cerbiago


Hay algunos árboles singulares como un pino de Panamá, en Marrón; un majestuoso roble denominado La Rebollona, junto a la iglesia de Cerbiago; y una encina centenaria en Udalla.




Salmón cántabro o salmosalar


El Asón es un excelente río salmonero y todos los años atrae a numerosos pescadores en busca del campanu, el primer salmón de la temporada (tercer domingo de marzo).  Es una tradición de Cantabria y de Asturias.  Se le conoce con este peculiar nombre debido a la tradición de celebrar con el repique de campanas de todas las iglesias, este día, el momento en que se pescaba el primer salmón.  Ante la disminución considerable de esta especie, a partir de 2010 se impone una temporada de "pesca sin muerte" para intentar que el salmón remonte;  el pescador saca el animal, lo fotografía y lo devuelve al río, algo común en Europa, pero poco arraigado en España.  El campanu, se subastaba y su precio alcanzaba los 10.000 euros, pero actualmente no será ya el primero que se pesque en marzo, sino el primero al que se dé muerte,  lo que está autorizado para mayo.  Existe una cuota máxima de pesca, de 100 salmones en Cantabria.  Está catalogado como "especie vulnerable”  y los ecologistas llevan 10 años pidiendo sin éxito que sea declarado especie protegida,  porque consideran que sólo así el salmón volverá a nadar a contracorriente.










También destaca la fiesta de la Virgen Niña en especial la Procesión de las Antorchas que se lleva a cabo la noche del 7 de septiembre cuando la imagen de la patrona de la ciudad es transportada a hombros, a lo largo de las principales calles, seguida de los ampuerenses, grupos de folklore montañés e hileras de antorchas que portan los miembros de las distintas peñas originando una ceremonia emotiva y singular.







"Cuando cada víspera de la festividad del 8 de septiembre la Procesión de las Antorchas, con la Virgen Niña en andas, recorren aquellos vecinos las calles de la villa, pandas de mozos al frente, siendo quien vive esas horas, el milagro de la unión de un pueblo en torno a sus tradiciones, y cómo el nuevo día 8 llega con una aurora de fe, para proseguir hermanando en esa ilusión de perpetuarlas."
(Cantabria, de pueblo en pueblo, de Mann Sierra)



Encierros taurinos en Ampuero


Esta fiesta religiosa se acompaña de los populares encierros taurinos, llamados pequeños San Fermines (8 y 9 de septiembre),  que datan de 1941 y que se complementan con las Peñas taurinas, organizados por diferentes colectivos, con sus charangas y su ambiente alegre.


Encierros antiguos

“La emotiva procesión que recorre prácticamente las calles principales de la villa, es seguida por la inmensidad de los visitantes que acuden a dar la bienvenida a las fiestas con el tradicional chupinazo de su comienzo; y quienes no la siguen se dejan seducir por el solemne paso de la talla y del largo y contínuo devenir de la hilera de antorchas que incondicionales y participantes de las peñas llevan torno a ella.






Para magnificar aún más la vistosa procesión, se acompaña de la Banda Municipal de Ampuero y grupos de música popular, que con sus personales toques mantienen la atención del abundante público que respetuoso presencia el paso de la patrona. Antes y después del desfile, tras la misa en honor a la Virgen Niña y en la iglesia de Santa María, se canta a la patrona, se tiran fuegos artificiales y cohetes, y las campanas repican como en ninguna otra ocasión del resto del año, convirtiendo a todo el acto en una honda tradición que ha arraigado en propios y forasteros.”


El tradicional "chupinazo"

El Chupinazo, que se celebra el 7 de septiembre a partir de 1979, al igual que en Pamplona, desde el balcón del Ayuntamiento, el público espera ansioso el lanzamiento de la bomba, que queda ensordecida por los gritos de alegría de los cientos de personas que abarrotan la calle del Ayuntamiento y presencian el llamativo acto. Momentos antes, las peñas que animarán las calles de la villa durante los cuatro ó cinco días que duran las fiestas en honor de la Vírgen Niña, se concentran bajo el balcón del Ayuntamiento, mezclando sus alegres sones con el júbilo del personal allí concentrado. El espectáculo es multicolor e intenso. En pocos minutos, la corporación municipal con su representante al frente saluda a todos los presentes, deseándoles unas felices fiestas y agradeciéndoles la presencia en tan esperadas fechas; tradicionalmente, se canta el himno de Ampuero, que cada vez acompañan más entusiastas de la villa, y tras unas palabras, el cohete sale disparado, y sin esperar a su estallido, todos los concentrados como uno sólo gritan de alegría, saltan, y riegan sus cabezas de champán ante una celebración que invita al regocijo.”

“Los días de los encierros el bullicio es mayor a cualquier hora del día que la víspera, con el chupinazo. Desde primeras horas, antes del encierro, las bandas animan las calles y sirven de reclamo para que el público sepa que se va a desarrollar el encierro en sí. La animación va en aumento y el público que llega de otros lugares se va integrando en el ambiente festivo, participando en todos sus aspectos. Al mediodía, y tras las tres bombas de aviso al público, en intervalos de un minuto, para que quienes no deseen correr se retiren del circuito, la suelta de las reses desde la plaza de toros es el acontecimiento esperado por los verdaderos aficionados al encierro.”



Encierro infantil

“Tras este intenso momento, la gente y las peñas tocando, van dispersándose muy poco a poco para ver el vistoso y emotivo desfile de la procesión.”

“Al regreso de la procesión a la iglesia, las campanas repican como nunca en todo el año, y mientras se tiran fuegos artificiales, se canta y se honra a la Virgen que es de nuevo devuelta hasta el año siguiente.”

Manola antigua en la Plaza de Toros de Ampuero

“Las reses salen de los corrales de la plaza de toros y tras el recorrido por la calle principal de la villa, animales y corredores regresan al ruedo, donde el público y las peñas espera en la plaza las animadas vaquillas, en las que los mozos que lo desean saltan al ruedo a evitar cuando lo pueden los embistes de las reses. Cuando estas finalizan, el público que las ha presenciado, así como quienes han corrido los encierros, salen al pueblo a continuar con la fiesta acompañados de las peñas y bandas que han animado los actos taurinos que se desarrollan en la plaza de toros.”





“Los sábados y el 8 de Septiembre, justo al mediodía, en la bella plaza de la villa, las bandas se juntan para exhibirse ante la atención del animado público. Lo hacen tras la actuación de otros grupos folclóricos que hacen que el paso de las horas del mediodía sean tan amenas y rápidas que no den lugar a retirarse para el regreso otra vez en la tarde y noche al resto de fiesta que aún aguarda.”






“La hora de los toros, se reserva a los aficionados taurinos y a quienes desean descansar y coger fuerzas para continuar el resto del día y de los días. La ascendente calidad en los carteles taurinos, y la significativa parte que a estas fiestas imprime el calendario taurino, suponen una amplia participación de público en dichos actos. Aquí mismo, en la plaza de toros, antes y después de corridas y vaquillas tiene lugar otro curioso ambiente de participación y festividad, ya que en los bajos de la plaza se ubican la mayoría de los locales-sede de la peñas, con sus propios bares al público.”




José Ángel Ligero es el autor del cartel ‘Entre toros’ que
anuncia los Encierros de Ampuero de 2011










“Las ferias, tómbolas y distintas atracciones que se dan cita en Ampuero, otorga más colorido, sobre todo a la tarde-noche, en la que masivamente acude gente, especialmente jóvenes a gozar de la noche en sí, con las verbenas que hasta altas horas actúan en la plaza y con los numerosos bares con música festiva.”




Ampuero tiene fama de ser uno de los pueblos más festivos de la región, temperamento tal vez heredado de la época de los indianos, cuando fueron muchos los que enriquecidos en América volvieron a la localidad y contribuyeron a fomentar las corridas de toros, las romerías y los bailes de sociedad. 











Otra práctica deportiva es el juego de bolos. En los terrenos de la nogalera junto a la plaza de toros se encuentran las dos boleras, la del juego de palma y la del pasabolo. 








Generaciones de ampuerenses han practicado aquí, en este recinto al aire libre y a la sombra del arbolado, un deporte rural, tan enraizado en Cantabria que incluso los indianos a principios de siglo lo trasladaron a tierras de América.  
   





En el ámbito literario actual,  destaca Santiago Brera, escritor,  periodista y cronista oficial, que en 2011 presentó su último libro ‘Ampuero: Raices Festivas’. Con 220 páginas, el escritor ampuerense relata los festejos taurinos en la villa de Ampuero desde antes de 1900 y hasta 1975, rememorando la tradicional riqueza festiva ampuerense.

Tengo que hacer la salvedad que careciendo de tradición taurina, puesto que en Chile se prohibieron las corridas de toro desde los inicios de la República y porque personalmente no tolero el maltrato animal, sólo en este punto no adhiero a la tradición de este querido pueblo cántabro. El promotor de esta prohibición en Chile fue Manuel de Salas, en una moción fechada el 27 de septiembre de 1822, bajo el gobierno de Bernardo O’Higgins, donde protestó en contra de las corridas de toros y solicitó prohibirlas en Chile. Un año después, el 15 de septiembre de 1823, el director supremo Ramón Freire, firmó la prohibición definitiva de corridas de toros y las peleas de gallos del país, en el mismo decreto por el que se abolió la esclavitud en Chile. 





*  Fuente:
http://www.ayuntamientodeampuero.es/
http://ampuero.eninter.net/
http://www.cantabriajoven.com/ampuero/index.html
http://www.portalcantabria.es/DetalleFiestas1.php?Id=62



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