El nombre del blog responde al concepto gaélico de "El pulso de mi corazón", que es, en definitiva, lo que debe guiar nuestros pasos por el camino de la vida.
Con mucho gusto puedo decir que estuve allí, por fin pude conseguir invitaciones. Una experiencia inolvidable.
Viernes 29 de enero / 21:30 hrs. (Muelle Prat)
Festival de las Artes Valparaíso
Lectura poética en lanchas
Poetas participantes:
Nelson Navarro José Ángel Cuevas Priscila Cajales Virgilio Rodríguez Juan Cameron Rodrigo Arroyo Luis Fernando Chueca Alejandro Neyra
Produce:
Fundación Pablo Neruda
A Cielo Abierto
Festival de Poesía de Valparaíso
El objetivo de la actividad es que se luzcan por igual escenario y poesía.
El escenario es el mejor, Valparaíso de noche, un anfiteatro natural perfecto donde los asistentes se encuentran justo en medio del escenario, una rada rodeada de cerros vestidos con lentejuelas de brillantes colores. Un mar profundo y negro ante la oscuridad de un cielo, donde la Luna fue la gran ausente. Un mar que en plena pleamar se mostró, por ventura, quieto y solemne.
A falta de Luna tuvimos sobre nuestras cabezas al gigante Orión, el cazador, que desde lejos miraba complacido. Mar y cielo cómplices y 400 asistentes en una flota de lanchas.
El estar allí era una experiencia largamente esperada por mí, en principio tuve miedo de asistir, ya que las predicciones del tiempo acusaban fuertes marejadas a partir de las 15,00 hrs. Afortunadamente nada de eso ocurrió. A penas puse un pie en la lancha olvidé mis temores, nacida en Viña del Mar a pasos de Caleta Abarca, mi abuelo materno y tío fueron marinos mercantes. El mar y yo nos conocemos, la playa, el muelle Prat, los paseos en lancha por la bahía, los cerros que la circundan, se encuentran entre mis mejores recuerdos de infancia.
Hasta ahí todo bien. Pero tengo que decir que la poesía no estuvo a la altura de mis expectativas. Con algunas excepciones como el periodista y poeta porteño Juan Cameron (Valparaíso,1947) de vasta trayectoria y poesía de primer nivel e identidad propia. Y los poetas peruanos, Luis Fernando Chueca, (Lima, 1965) docente universitario y ensayista, que estudió Literatura en la Universidad Católica de Perú y Alejandro Neyra (Lima, 1974) abogado, escritor y diplomático, actualmente en misión en Chile.
Hubo un cantautor de voz destemplada que vagaba sin rumbo por escala musical alguna. ¿Las letras? también un ejercicio primario, el público oyente respetuoso, algunas risas a medio acallar por el estupor.
Se agradece a los organizadores Fundación Pablo Neruda, A Cielo Abierto y Festival de Poesía de Valparaíso, que debieron invertir mucho trabajo preparatorio; a los lancheros de la bahía, que prestan servicios turísticos con dedicación, entusiasmo y calidad; a la autoridad marítima siempre atenta a evitar accidentes y salvar vidas.
Georg Friedrich Philipp Freiherr von Hardenberg, Novalis (Castillo de Oberwiederstedt, Sajonia, actual Alemania, 1772 - Weißenfels, 1801) poeta alemán del romanticismo temprano.
No es accidente que Miguel Veyrat haya escogido para estos tres "Claros de Mar" el epígrafe tomado de Las Soledades de Góngora.
Erudición, podría decirse que es "saber fundado en el estudio de las fuentes" y Luis de Góngora, ha sido el poeta que mejor ha sabido convertir la erudición en poesía y en belleza.
Creo en el gran aporte a la estética poética que hizo Góngora, y García Lorca intenta con éxito, según mi opinión, desentrañar el peso de ese aporte, en su Conferencia "La imagen poética de Luis de Góngora".
No sé si es mera alucinación mía, porque carezco del sustento que podría darme el tener estudios en Literatura, pero cada cosa que destaco de Góngora me confirma la cercanía que tiene con él Miguel Veyrat, un poeta culto al punto que lo hace doblemente maestro, en la acepción medieval como hacedor de una obra maestra, “il miglior fabro”, y en la acepción latina de magister, aquél que enseña y guía con autoridad, como lo es también el rabí judío (rabí significa distinguido,abundante), presente en todas las culturas, incluida la masonería.
Aunque la estructura misma de los poemas gongorinos y veyratianos no siguen los mismos cánones, el estudio de Góngora ilumina el estudio de la poesía de Veyrat. Para muestra cito los conceptos de Lorca en su Conferencia:
"Y Góngora ha estado solo como un leproso lleno de llagas de fría luz de plata, con la rama novísima en las manos esperando las nuevas generaciones que recogieran su herencia objetiva y su sentido de la metáfora." No puedo menos que comparar el rechazo y abandono que sufrió Góngora, con el olvido y el silencio desde la crítica y las editoriales, y el exilio político al que fue sometido Miguel Veyrat.
"Mientras que todos piden el pan, él pide la piedra preciosa de cada día."
"A Góngora no hay que leerlo, sino estudiarlo. Góngora no viene a buscarnos, como otros poetas, para ponernos melancólicos, sino que hay que perseguirlo razonablemente. A Góngora no se le puede entender de ninguna manera en la primera lectura."
No me atrevería a usar los términos y conceptos cultismo o culteranismo para referirme a la poesía de Veyrat, porque ambos usos tienen cierto conato despectivo y depreciativo. Pero no hay dudas de que él nos obliga a elevar el conocimiento y enriquecernos con el estudio de las fuentes, aunque sea "a galope torturado".
En algo debe haber influido en M.V. el hecho de haberse establecido en Sevilla, puesto que Lorca dice: "En Andalucía la imagen popular llega a extremos de finura y sensibilidad maravillosas, y las transformaciones son completamente gongorinas."
Marcel Proust asegura que "Sólo la metáfora puede dar una suerte de eternidad al estilo".
Lorca sostiene que “Para que una metáfora tenga vida necesita dos condiciones esenciales: forma y radio de acción. Su núcleo central y una redonda perspectiva en torno de él. El núcleo se abre como una flor que nos sorprende por lo desconocida, pero en el radio de luz que lo rodea hallamos el nombre de la flor y conocemos su perfume.” En M.V. las metáforas, los símbolos y el acercamiento al mito, aportan gran parte de la fuerza que caracteriza a su poesía.
Lorca dice: "La metáfora une dos mundos antagónicos por medio de un salto ecuestre que da la imaginación. (...) Un poeta tiene que ser profesor en los cinco sentidos corporales. Los cinco sentidos corporales, en este orden: vista, tacto, oído,olfato y gusto. (...) superponer sus sensaciones."
"El poeta, pues, va adquiriendo con el tiempo conciencia creadora y técnica para la imagen." (…) Góngora se sienta a las orillas del mar, donde el viento "le corre enlecho azul de aguas marinas,
turquesadas cortinas"
"Porque están todos los detalles estudiados y sentidos como en una joya de orfebrería. No hay nada que dé la sensación del Sol que cae, pero no pesa, como esos versos":
Soledad primera(versos 34 a 41)
Desnudo el joven, cuando ya el vestido
océano ha bebido,
restituir le hace a las arenas;
y al sol le extiende luego
que, lamiéndole apenas,
su dulce lengua de templado fuego
lento le embiste y con suave estilo
la menor onda chupa al menor hilo.
Veo mucha correspondencia entre estos versos de Góngora y el poema I de Claros de Mar de M.V., entre la figura del SOL GONGORINO:
"y al sol le extiende luego
que, lamiéndole apenas,
su dulce lengua de templado fuego..."
y la de la LUNA VEYRATIANA:
"La Luna centro mítico
suspende las pasiones
olas entre gracia y peso
que sobre el alma eleva
y pena:
Alivio pone al vuelo
sin sentido que de otro modo
emprendería.
Y baña luego en plata
—clara y fría, las heridas."
Lorca asegura: "Y en Góngora no se sabe qué admirar más: si su sustancia poética o su forma inimitable e inspiradísima. Su letra vivifica a su espíritu en vez de matarlo. No es espontáneo, pero tiene frescura y juventud. No es fácil, pero es inteligible y luminoso. Aun cuando resulta alguna rara vez desmedido en la hipérbole, lo hace con una gracia andaluza tan característica, que nos hace sonreír y admirarlo más, porque sus hipérboles son siempre piropos de cordobés enamoradísimo."
"Se vuelve de la inspiración como se vuelve de un país extranjero. El poema es la narración del viaje. La inspiración da la imagen, pero no el vestido. Y para vestirla hay que observar ecuánimemente y sin apasionamiento peligroso la calidad y sonoridad de la palabra."
"A Góngora no hay que leerlo, hay que amarlo", lo que tiene todo que ver con su otra máxima: "La poesía no necesita adeptos sino amantes."
"Cayó el rocío vivificador, que es siempre un gran poeta para un lenguaje."
"Ya hemos visto cómo el poeta transforma todo cuanto toca con sus manos. Su sentimiento teogónico sublime da personalidad a las fuerzas de la Naturaleza."
"Es suntuoso,exquisito, pero no es oscuro en sí mismo. Los oscuros somos nosotros, que no tenemos capacidad para penetrar su inteligencia. El misterio no está fuera de nosotros, sino que lo llevamos encima del corazón."
"Y no hay que olvidar que Góngora es un poeta esencialmente plástico, que siente la belleza del verso en sí mismo y tiene una percepción para el matiz expresivo y la calidad del verbo, hasta entonces desconocida en el castellano. El vestido de su poema no tiene tacha.”
"Huye de la expresión fácil, no por amor a lo culto, con ser un espíritu cultivadísimo: no por odio al vulgo espeso, con tenerlo en grado sumo, sino por una preocupación de andamiaje que haga la obra resistente al tiempo. Por una preocupación de eternidad."
Como dije al principio hay que leer esta nota, aplicando las eruditas y bellas palabras de Lorca, no sólo a Luis de Góngora y Argote (Córdoba, 1561 – 1627), sino también a Miguel Veyrat (Valencia, 1938 ), dos grandes maestros no suficientemente reconocidos en su tiempo y a quiénes separan 377 años.
Miguel Veyrat destaca por su rica intertextualidad y aquí queda en clara evidencia, una vez más. Esta característica es de los grandes, aquellos que no reparan en reconocer a sus propios maestros, los que les han acompañado en el devenir de la poesía, "los bardos de amada herencia", como les llamaba un querido poeta amigo mío.
En la plaquette La Nova Nueva Novela en una aproximación a La Nueva Novela de Juan Luis Martínez, se incluyen los textos poéticos de F̶a̶b̶i̶á̶n̶ B̶u̶r̶g̶o̶s, Margarita Bustos, Fanny Campos Espinoza, Alfil Sbridjan, René Andrés Silva Catalán, Cristián Villanueva , Elias Romero, y el ensayo de Myriam Iturra Ampuero.
"Ver lo invisible, oír lo inaudible."
Arthur Rimbaud
Lo que puedo decir en una página es sólo el enunciado de un trabajo de investigación que me he propuesto, pretendiendo dejar a la vista la correspondencia de dos poetas a los que separa gran distancia y que doy por supuesto que no se han conocido, uno vive en Sevilla y el nuestro vivió y murió en Villa Alemana, donde resido. Se trata de Miguel Veyrat de quién he leído y estudiado su obra y de Juan Luis Martínez, cuyo trabajo poético descubrí hace algunos años, después de su muerte. Escuché por primera vez de él, cuando en el centro de nuestra ciudad dos desconocidos preguntaban cómo llegar a la que fue su casa, describían al poeta y desconocían su nombre.
Ambos poetas, Veyrat y Martínez, aunque de estilos y bagajes diferentes, tienen rasgos comunes en su poética. En una primera lectura nos quedamos con el ritmo y con una idea somera, acerca de lo que quieren decir. Si no nos conformamos con la superficie, si nos percatamos que sus versos no son sólo un juego de palabras, sino todo un mundo por descubrir, su riqueza semántica nos atrapa e insistimos en ello el resto de nuestras vidas. La poesía surge así como una entreabierta “Puerta Mágica” * que nos invita a entrar. Velo que descorrer, misterio, ojo que ve más allá de lo evidente.
Es posible que ambos poetas hayan bebido de las mismas fuentes, pues en especial al descubrir el lenguaje de los pájaros, lo han llevado al poema, aplicando su música, su ritmo, su sonoridad y también sus silencios. Han signado el lenguaje de grafismos sonoros y espacios que dicen más de lo que dicen, lenguaje cifrado, críptico, hermético, como quiera llamársele, un reto a descubrir. Ambos poetas requieren de lectores atentos y ávidos; de otro modo un lector cualquiera abandona el poema sin siquiera vislumbrar aquello que ha perdido. “El que tenga oídos para oír, que oiga; el que tenga ojos para ver, que vea.” Lo que Rimbaud llamaba "Ver lo invisible, oír lo inaudible." El noûs y el logos en movimiento permanente al servicio del mensaje poético o razón poética. Así dispuesto, uno siente que sus versos pudieran leerse en distintas dimensiones, como si de los pétalos de la rosa se tratara, que se van desprendiendo capa por capa. Su hermetismo nos lleva a viajar en el tiempo y en el espacio hasta los cátaros, y más aún, hasta Salomón en la Biblia y Mahoma en El Corán; y sentimos que por más que vamos descubriendo significados, el poema no tiene límites humanos, como el uni-verso. Ambos poetas nos invitan al viaje iniciático de ir más allá de las palabras y esta tensión permanente del lenguaje, resulta dolorosa, tanto para el poeta como para el lector. A fin de reponernos, recurrimos al silencio.
Quizás su hermetismo desarrollado no sea sino respuesta al hecho de que ambos poetas han vivido lo que Veyrat llama la generación del vacío, quizás su lenguaje selecto y cerrado se fue formando como respuesta a sus circunstancias históricas, en una época en que se persiguió a los poetas, tanto en España como en Chile, donde los gobiernos de facto se sintieron amenazados por su esencia profética y libertaria y por el poder de la palabra, peligroso e imparable en sus ansias por el despertar de las conciencias. Es indudable que el poema “Desaparición de una familia”, podría ser el universo que contuviera a todo Chile, en la época negra de su historia, y la pérdida de Sogol sea primero la pérdida de la palabra y también de la memoria colectiva, ojalá no perdamos la esperanza de encontrarlas.
Yo desde mi pequeña Villa Alemana puedo decir que escucho a diario el lenguaje de los pájaros, especialmente gorriones que hacen nido en el ciruelo de mi patio y en los aleros de mi casa.
Ref.
* Miguel Veyrat"La Puerta Mágica", Libros del Aire/Colección "Jardín Cerrado", 2011.
* Juan Luis Martínez"La Nueva Novela" Ediciones ARCHIVO, 1985.
Este es un microensayo seleccionado en el certamen organizado por Ediciones Punto G. Según las bases, no podía exceder de 1 página.