Como es sabido, en la Odisea, Homero nos cuenta las aventuras de Ulises en su regreso a casa, donde lo esperan su hijo Telémaco y su esposa Penélope, paradigma de fidelidad.
La mayoría de las experiencias narradas por Homero tienen el carácter de sobrenatural, donde se entremezclan mortales, héroes y dioses.
Ulises era Hijo de Laertes y Anticlea, su nombre Ulises en latín y en griego Odiseo, que significa ‘Zeus llovió sobre el camino’, haciendo alusión a que su madre lo dio a luz en medio de la lluvia, camino al monte Nérito.
Ítaca, la patria de Ulises era una de las actuales islas Jónicas, situada frente a la costa occidental de Grecia.
Dejo un video con la ruta de Ulises, de regreso a casa:
Pero, ¿dónde se ubica realmente la Ítaca de Homero?
Vista desde el lugar donde según Bittlestone estuvo situado el palacio de Ulises |
“Odiseo Desencadenado”, es un hermoso libro de Robert Bittlestone, un arqueólogo aficionado inglés, que apoyándose en lingüistas, historiadores y geólogos, cree haber establecido el sitio exacto de la Ítaca de Ulises en la península de Paliki, vecina a la isla de Cefalonia, al oeste de lo que es hoy la isla de Ítaca.
Para sus conclusiones Bittlestone se basa en las descripciones que hace Homero de la topografía de Ítaca, en palabras de Telémaco y del propio Ulises.
Aunque sus estudios son aún teoría no aceptada por todos, tiene muchos seguidores, también en el área científica.
A la mayoría del mundo puede no importar sus conclusiones, pero sí para un pequeño grupo de interesados en la historia, la literatura y la filosofía, Ítaca es a la vez principio y fin del viaje.
"Ulises y las sirenas" de John W. Waterhouse (1891) |
El pasaje de Ulises y las sirenas nos fue dejado por Homero en el Canto XII de la "Odisea”, y hace más de 3.000 años deleita la imaginación de niños, jóvenes y adultos.
En toda su obra Homero hace despliegue literario de rico simbolismo, de escenas que quieren decir más para la vida, que lo que nos dicen como simple curiosidad narrativa, así que hay que buscar con insistencia y con los sentidos, imaginación e intelecto muy abiertos. Todo esto hace de la épica homérica una obra inmortal.
Tras todas sus aventuras, a Ulises sólo lo motiva volver a su patria y reunirse con su familia, rechazando otros amores encontrados en el camino. De Circe recibió los consejos para pasar con éxito la isla de las Sirenas, tumba de muchos navegantes incautos:
"Oye ahora lo que voy a decir y un dios en persona te lo recordará más tarde. Llegarás primero a las Sirenas, que encantan a cuantos hombres van a encontrarlas. Aquel que imprudentemente se acerca a ellas y escucha su voz ya no vuelve a ver a su esposa ni ve a sus hijos pequeñuelos rodeándole, llenos de júbilo, cuando torna a su hogar: sino que le hechizan las Sirenas con su canto, sentadas en una pradera y teniendo a su alrededor enorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo. Pasa de largo y tapa las orejas de tus compañeros con cera blanda, previamente adelgazada, a fin de que ninguno las oiga; mas si tú deseares oírlas, haz que te aten en la velera embarcación de pies y de manos, derecho y arrimado a la parte inferior del mástil, y que las cuerdas se liguen a él; y así podrás deleitarte escuchando a las Sirenas. Y en el caso de que supliques o mandes que te suelten, átente con más lazos todavía."
Pero ¿qué y cómo eran aquellas sirenas? El término viene del griego antiguo Σειρήν Seirến, ‘encadenado’, seguramente inspirado en el sánscrito Kimera, ‘quimera’, seres fabulosos, originarios de la mitología griega, con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón.
En su forma original las sirenas eran seres voladores mezcla de mujer y ave, posteriormente la representación más común, y la que ha llegado a la actualidad, las describe como mujeres con cola de pez. Respetando esta distinción el idioma inglés usa “siren” para el ser alado original y “mermaid” para aquella con cola de pez.
La historia de Homero termina con un triunfante Ulises que tras pasar toda prueba se reencuentra con su esposa e hijo y recupera su trono.
La literatura y la filosofía ha encontrado importantes significados al viaje de Ulises, sus motivaciones, su empeño, sus luchas, su autocontrol, la fidelidad a sus metas y la fuerza que puso en hacer realidad sus sueños. Sin duda las ideas que en cada uno de nosotros despierte la historia de Ulises, son mucho más valiosas que la historia misma y mucho más de lo que el propio Homero visualizó al escribirla. Esto refuerza el concepto de que la creación literaria es más bien una co-creación autor-lector siempre inacabada.
Como muestra tenemos toda la literatura que ha dado origen, entre ella el escrito de Franz Kafka y el poema de Constantino Kavafis, que dejo a continuación.
http://es.wikipedia.org/wiki/Odiseo
http://es.wikipedia.org/wiki/Sirena
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